El día 30 de Septiembre se estrena en el Drayton Arms Theatre de Londres una nueva obra del dramaturgo británico Nicholas de Jongh: The unquiet grave of García Lorca, algo así como “La tumba inquieta de García Lorca”.
De Jongh, antes de iniciar su carrera como autor, fue crítico de arte y teatro durante 20 años en el periódico The Guardian; más tarde pasó diez años como senior drama critic en el Evening Standard, donde se caracterizó por sus agudas y temidas críticas de la escena británica.
En el año 2008 abandonó su trabajo periodístico y publicó su primera obra Plague Over England, y, tras su éxito en el Finborough Theatre, pasó al West End londinense.
Desde entonces ha publicado Not in Front of the Audience, un estudio sobre la representación de la homosexualidad en el teatro británico y otro libro sobre la historia de la censura en Inglaterra.
The unquiet grave of García Lorca narra la historia de los últimos días del poeta junto a su último novio, creando un calidoscopio de hechos conocidos y recientes revelaciones. La obra ofrece una nueva perspectiva de los acontecimientos que condujeron al misterioso asesinato del famoso dramaturgo y poeta español, en agosto de 1936, y pone de relieve el encubierto papel que jugó Gran Bretaña en la guerra civil de España.
– ¿Cuándo surge la obra?
Dos artículos publicados hace un par de años en el periódico El País con un nuevo poema y una carta que el poeta había escrito a su último novio, Juan Ramírez Lucas, me inspiraron a escribirla. He intentado saber qué pasó con esa caja llena de recuerdos del poeta, que “el rubio de Albacete” (como llamaba Lorca a su joven de 19 años) dejó a su hermana, pero nadie ha sabido decirme nada. Parece ser que la familia tiene retenida su publicación tras la muerte, hace un año, de Juan Ramírez. Cuando leí los artículos sobre Juan me fascinó el secreto con el que se llevó esa relación. Muchos de los amigos, tanto los homosexuales como los que no lo eran se negaron a decir nada, es como si Juan Ramírez nunca hubiera existido. Este es el motivo por el que Ian Gibson nunca pudo encontrar nada acerca de él, estaba todo muy bien sellado. Y pensé que quizás lo hizo porque la culpa le perseguía, la culpa por no haberse ido con Federico a México y haber salvado su vida.
– ¿Por qué mataron a Lorca?
Es una muy buena pregunta, porque hubo una probabilidad muy alta de que hubiese seguido vivo. Federico y Juan tuvieron la oportunidad de irse a México antes de estallar la guerra, pero Juan necesitaba el permiso de sus padres para viajar y se fue a Albacete a intentar conseguirlo. Lorca era muy inteligente y tuvo que saber que iba a ser prácticamente imposible que una familia conservadora de Albacete dejara a su hijo irse con un hombre de la farándula que le doblaba en edad. Todos sus amigos le dijeron que era muy peligroso volver a Granada. Aún así volvió y esperó a Juan. El miedo, el peligro, la muerte, todos temas lorquianos… ¿Por qué lo hizo? Federico hasta cierto punto, como se deja entrever en sus Sonetos del amor oscuro, tenía un punto masoquista y suicida; es un poco extremo pero se comportó en cierto modo como un adolescente…
– Fue un comportamiento irracional.
Sí, esa es la palabra, no pensó racionalmente lo que le podía pasar volviendo a Granada pero quizás le aterrorizaba quedarse solo en su piso de Madrid…
– Pero Federico sabía el peligro que corría.
Claro que lo sabía, Lorca había criticado más de una vez que su tierra fuera conservadora y reaccionaria, pero su familia, a pesar de ser propietaria de tierras y adinerada, era liberal, probablemente sabían que era homosexual y tenían que saber que era peligroso que volviera. Ian Gibson cuenta como Federico no estaba afiliado a ningún partido aunque era cercano a ideas izquierdistas; sus amigos comunistas quisieron que se afiliara y nunca lo hizo. Fue asesinado sin razón, acusado de ser espía de los rusos y homosexual… El miedo británico a los bolcheviques en Europa… Un horror.
– ¿Qué papel juega el gobierno británico en esta historia?
Justo después de leer los artículos sobre Juan Ramírez, leí un libro que se llamaba Franco y sus amigos. De cómo la inteligencia británica ayudó a Franco a hacerse con el poder en España. Una descripción fascinante de la tela de araña tejida por el M16, una estrategia tramada por el Primer Ministro Stanley Baldwin y el secretario de Relaciones Exteriores, Anthony Eden, que traicionaron al gobierno democrático de España e hicieron la vista gorda a la ayuda militar de Hitler y de Mussolini al general Franco. Algo a lo que se refiere también el historiador Paul Preston cuando menciona que simpatizaron claramente con Franco (Churchill incluso), aunque más tarde reconocieran que se equivocaron, como Anthony Eden, el artífice de la “no intervención”, escribió a finales de 1936.
– ¿Conocía la obra de Lorca de antes?
Sí, siempre me había sentido fascinado por Lorca, más por su obra teatral que por la poética. La casa de Bernarda Alba me parece una obra maestra, me encanta Bodas de sangre y adoro el sentido el humor de Doña rosita la soltera. Si Federico García Lorca no llega a morir (aunque su genio es incuestionable) siendo lo inteligente que era y el cambio que estaba sufriendo su escritura teatral, se habría convertido en el autor más importante del siglo XX, por encima de Becket, Ionesco, Brecht, Williams, Pinter o cualquier otro. Pero la noche llegó a España…
Y como escribió el poeta a su amor: La noche se tiñe y dora
de un delicado fulgor
¡No lo puedo mirar yo!
The unquiet grave of García Lorca se representa en el Drayton Arms Theatre desde el día 30 de Septiembre hasta el 25 de Octubre. /www.thedraytonarmstheatre.co.uk