La gala de los Goya, celebrada la pasada noche, se convirtió en un duelo entre Enrique Urbizu y Pedro Almodóvar. Finalmente, No habrá paz para los malvados, dirigida por el primero, se consagró como ganadora de la velada, con seis premios Goyas, incluidos mejor película, mejor director y mejor actor. José Coronado admite que con este galardón se ve reconocida su carrera, mientras que para Urbizu fue una noche soñada, tras muchos años de carrera cinematográfica y apenas ocho películas bajo su dirección.
Por su parte, La piel que habito recibió cuatro de los 16 premios que había en total. Tras su ausencia en los premios Bafta, donde consiguió el galardón británico por mejor película de habla no inglesa, Almodóvar se declaraba como poco favorito desde hace unos días.
Otros de los grandes protagonistas de la noche fueron Antonio Banderas y Melanie Griffith, que se pasearon por la alfombra roja mostrando, a los allí presentes, esa amabilidad que tanto les caracteriza.
El momento más emotivo de la gala vino de la mano de Silvia Abascal, recuperada del ictus que sufrió hace apenas diez meses. Se encargó de presentar el ‘goya’ al mejor actor de reparto y lo hizo entre aplausos y alguna que otra lágrima. «Me siento bien, estoy muy contenta de estar aquí y tengo muchas ganas de seguir luchando«, declaraba la joven actriz de 32 años.
Fue una velada tranquila, en la que la presencia policial era evidente debido a las amenazas del grupo Anonymous. A pesar de la seguridad que allí reinaba, los activistas fueron capaces de irrumpir en la gala, aunque con menor trascendencia que el año pasado. Asimismo, los piratas informáticos contrarios a la Ley Sinde, suspendieron la página web del evento y publicaron, de nuevo, datos personales de los partidarios a esta norma.