La calle de Oxford Street recibe más de 4 millones de visitas cada semana, convirtiéndose así en una de las más activas del centro de Londres. Ocupa 2000 metros de longitud y es una de las calles comerciales más famosas del mundo.
Oxford Street sin vehículos
Los planes para transformar la calle más comercial y transitada de Londres se han dado a conocer por el alcalde, Sadiq Khan, para que coincidiesen con la apertura de Crossrail. La vicealcaldesa de Londres, Valerie Shawcross, ocupada del transporte de la capital, ha declarado que todos los vehículos estarán prohibidos en un tramo de 1’2 millas (casí dos kilometros). El plan se pondrá en marcha en dos etapas para no provocar el caos, y minimizar la interrupción de la calle con la primera parte de la construcción. Oxford Street será peatonal desde Tottenham Court Road hasta Selfridges, más allá de la estación de Bond Street.
Oxford Street es la principal carretera que une la zona este con la oeste. En la actualidad, también está prohibida la circulación de automóviles en la mayor parte de la calle, desde las 7am hasta las 7pm, excepto los domingos, pero sigue siendo una vía muy importante para los taxis y autobuses de Londres. El problema principal de convertir esta calle en peatonal es el futuro del transporte público en la ciudad, muchos autobuses tienen su recorrido diario por Oxford Street y desviar sus rutas podría provocar más problemas de congestión. Los taxistas se niegan al cambio porque ven esencial el acceso a esta calle y el trabajo que les proporciona poder circular por Oxford Street.
Se espera que la calle sea peatonal para el año 2020, fecha en la que se abrirá el Crossrail, red de tren que permitirá unir el punto este con el oeste de Londres. Esto es otra de las medidas que ha creado Sadiq Khan contra la contaminación de la capital británica. Esta construcción se suma al impuesto que tendrán que pagar aquellos coches que contaminen demasiado.