Pocos se pueden resistir al encanto británico de una ciudad como Oxford. Un día de visita es suficiente para desear convertirse en uno de los cientos de estudiantes y profesores que pueblan sus calles. Ciudad universitaria por excelencia junto con su eterna rival Cambridge, Oxford es un destino perfecto para los que desean alejarse del bullicio de Londres en un abrir y cerrar de ojos. En autobús o en tren desde Paddington se tarda apenas una hora en llegar al lugar que alberga la universidad más antigua del mundo anglófono.
A pesar de sus más de 140.000 habitantes, Oxford es una población pequeña de la que es mejor disfrutar a pie o en bicicleta. Nada más llegar, para hacernos una idea general de la ciudad y gozar de una vista panorámica, subimos a la torre Carfax, en pleno casco histórico. Desde allí podemos contemplar en todo su esplendor la arquitectura medieval y captar el ambiente único de este lugar que ha sido fuente de inspiración y escenario de conocidas obras literarias y cinematográficas.De hecho, mucha gente viaja hasta Oxford con el único propósito de ver de cerca los lugares en los que se han ambientado series de televisión y películas como “Tierras de penumbra”, “La Brújula dorada”, “Los crímenes de Oxford” o la taquillera saga de Harry Potter.
Christ Church
Si alguien puede disfrutar de lo lindo en Oxford, esos son los seguidores del joven mago nacido de la pluma de la escritora J.K. Rowling. Para los amantes de Harry Potter, es visita obligada el Christ Church, el college más grande de la ciudad y el único en todo el mundo que tiene en su interior una catedral. En este recinto universitario encontramos algunas de las localizaciones principales del Colegio Hogwarts, en el que estudia Harry Potter. Otro de los atractivos de Christ Church es descubrir que allí dio clases de matemáticas el creador de “Alicia en el País de las Maravillas”. De hecho, algunos de los bonitos rincones de este lugar sirvieron de inspiración para la célebre obra de Charles Dogson, más conocido como Lewis Carroll.
Muy cerca de Christ Church está el Jardín Botánico, el más antiguo de Gran Bretaña, así que podemos aprovechar para darnos un paseo antes de continuar el recorrido por algunos de los edificios más emblemáticos de Oxford. Si todavía seguimos con ganas de empaparnos de ambiente universitario, podemos visitar otros colleges como el Magdalen o el Balliol, uno de los más antiguos. Advertimos que en todos ellos los turistas tienen que pagar entrada, entre tres y seis libras aproximadamente.
Bodleian Library
Una de las bibliotecas más antiguas de Europa y la segunda más grande de Inglaterra se encuentra en esta ciudad. La Bodleian Library se inauguró en 1602 con una colección de 2.000 libros y ahora acoge más de ocho millones. Para saber un poco más de la historia de este lugar lo mejor es apuntarse a las visitas guiadas de una o media hora, aunque esta última no permite acceder a muchos de los espacios de este edificio, que ha servido también de escenario para las aventuras de Harry Potter y otras películas como “La locura del rey Jorge”.
Mención especial merece la sala de lectura Duke Humphrey, la más antigua en esta biblioteca, un paraíso para cualquier amante de la literatura. Uno desearía poder tomar prestado cualquiera de sus libros, algunos de ellos verdaderas reliquias, abrir sus tapas y aspirar el olor de sus hojas, además de pasearse con libertad por la sala, pero para eso hay que ser miembro de la Bodleian Library o de la Universidad de Oxford. Junto a la famosa biblioteca nos encontramos la Cámara de Radcliffe, que ahora es una sala de lectura privada. Es hora de hacer un alto en el camino y comer algo. En High Street podemos encontrar una oferta variada de restaurantes y acogedoras cafeterías aunque una buena idea también es hacer un picnic a la orilla del Támesis o el Cherwell y, si apetece, aprovechar para darse un paseo en barca.
Estudiantes en el campus del Balliol College.De museos
En Oxford podemos encontrar interesantes museos como el Ashmolean Museum, el más antiguo del país, que alberga colecciones de antigüedades y obras de arte. Un poco más alejados del centro están el University Museum of Natural History y el Pitt Rivers Museum conectados entre sí. Es una visita recomendable si te gusta la arqueología y la paleontología.
Nada más entrar te encuentras enormes esqueletos de dinosaurios, reproducciones de todo tipo de animales o minerales, todo ello expuesto de una forma muy didáctica. Al fondo se encuentra otra gran sala que exhibe objetos variopintos pertenecientes a diferentes culturas como abalorios, amuletos y pequeñas esculturas. Entre tanta curiosidad destaca una muestra de cabezas reducidas pertenecientes a pueblos indios sudamericanos. Es difícil concentrar la atención en alguna pieza concreta porque todo está muy apelotonado en sus vitrinas.
Aquí termina nuestro itinerario, pero los que se hayan quedado con ganas de más y quieran conocer la marcha nocturna de Oxford tienen que saber que hay líneas de buses que unen la ciudad con Londres durante 24 horas. Después de esta enriquecedora experiencia uno no puede más que preguntarse y ¿a quién no le gustaría estudiar en Oxford?.