El denominado «Clap-Off» es una sostén creado para facilitar a aquellos hombres o mujeres que tengan dificultades a la hora de quitar esta prenda. Su creador, el norteamericano Randy Sárafan, reconoce haberse inspirado en la ropa interior que utilizan en Siria donde es habitual llevar sujetadores que brillen en la oscuridad, con luces o que se desabrochen con mando a distancia.
Sárafan va más allá y presenta el sujetador que cae al suelo tras el sonido de una palmada. Funciona a través de baterías y un electroimán que se activa cuando alguien aplaude.
No recomendado su uso para asistir a un concierto o a un monólogo de humor, el sujetador puede ser un avance para aquellos con movilidad reducida pero también para aquellos otros que el sostén siempre fue el mayor obstáculo.
Se acabó el momento vergonzoso cuando desabrochar el sujetador parece imposible y es la mujer la que finalmente lo consigue en un solo click.