Se encuentran en la Vía Láctea y tienen una composición de diamantes que puede llegar hasta el 50%. Son supertierras, ya que su tamaño es mayor al de nuestro planeta y han sido descubiertas por investigadores de las universidades de Manchester y Ohio.
Su descubrimiento tiene una base de laboratorio, ya que los científicos hicieron un experimento de reconstrucción del interior de la corteza terrestre para comprender cómo se forman estas piedras tan codiciadas por nosotros. Así pueden entender qué ocurre con el carbono presente en otros planetas.
Dos de los participantes en el estudio afirman que estas supertierras pueden haberse formado tal y como se formó la Tierra, pero con diferentes composiciones: «Nuestras conclusiones sugieren que los planetas ricos en carbono pueden formar una corteza y un manto como ocurrió aquí, pero en su caso el núcleo sería como el acero y el manto tendría una composición muy similar a la de los diamantes.» Nuestra Tierra, por su parte, tiene un núcleo formado por hierro y un manto de silicatos minerales.
Sin embargo, estos planetas no pueden albergar vida, como el nuestro lo hace, debido a su química. Se trata de mundos muy fríos y oscuros, donde no hay atmósfera, tectónica de placas o magnetismo.
