Aquí es posible encontrar relojes que marcaron las horas en décadas pasadas, cámaras fotográficas que inmortalizaron los paisajes más bellos de todo el mundo, o prendas que vistieron las damas más refinadas de la aristocracia del Reino Unido. Les hablamos del mercado de Portobello, uno de los lugares que se ha convertido en parada obligatoria para todos los turistas que visitan la capital británica.
A lo largo de los tres kilómetros de extensión de Portobello Road, en el corazón Notting Hill, se extienden más de mil tiendas dedicadas, la mayor parte de ellas a la venta de objetos de épocas pasadas. Llegamos a esta zona, situada en el Centro-Occidente del mapa de Londres a través del trasporte público, una forma rápida y cómoda de movernos por la ciudad. Hay dos estaciones de metro, Notting Hill Gate (líneas Circle, Central y District) y Ladbroke Grove (línea Hammersmith & City). Si se prefiere viajar sin la necesidad de bajar hasta el subsuelo de la ciudad podemos optar por el autobús, un poco más lento pero que nos permiten observar la belleza de Londres (líneas 7,12, 23,27, 28, 31, 70, 94 y 328).
Aunque a Portobello se puede ir de compras durante toda la semana, el día grande es el sábado, momento en que los puestos callejeros invaden la calle de tenderetes repletos de objetos. Nuestra mejor recomendación, y es un aviso para navegantes, es vestir un calzado cómodo, tiempo y mucha paciencia para moverse entre la multitud de personas que compartirán con ustedes la calle. Su horario, de ocho de la mañana a seis de la tarde.
Una de las primeras impresiones de los recién llegados son los colores que impregnan cada rincón de este lugar. Las coloridas fachadas de los edificios son una de las
características diferenciadoras de este barrio. Por un momento parece que hemos cambiado de país, y nos hemos trasladado hasta el Caribe, ello nos recuerda la historia de este barrio. Su nombre, su arquitectura, sus colores, están ligados a la emigración Caribeña que se asentó en esta zona a partir de los años cincuenta. De hecho cada verano, a finales de agosto, se celebran los famosos Carnavales de Notting Hill, que llenan de música y bailes esta calle.
A medida que caminamos nos sumergimos en la atmósfera liberal y artística de Portobello. La banda sonora de este barrio está compuesta por los músicos callejeros que hacen sonar instrumentos hasta el momento desconocidos, pero también por la infinidad de conversaciones que se dan a nuestro alrededor. La multiculturalidad es la mejor carta de presentación de esta calle. Son miles de personas llegadas de todo el mundo las que cada sábado se pierden entre los tenderetes de este mercado cuya fama es mundial. La belleza y el encanto de Portobello han servido de escenario para el séptimo arte, aquí se grabó la historia de amor protagonizada por dos estrellas de la gran pantalla, Huhg Grant y Julia Roberts en la cinta ‘Notting Hill’.
Junto a las paradas de objetos, también encontramos vendedores que nos ofrecen pan del día, pescado fresco, carne al corte o frutas y verduras. Son muchos los que caen tentados por el aroma de los platos que se cocinan in-situ en el propio mercado: desde bocadillos preparados, a poder degustar la gastronomía típica de Marruecos, Argentina o España, es esta última se preparan paellas, tanto de carne como de pescado. No juzgaremos su sabor, pero si su presencia. En las repetidas ocasiones que hemos visitado esta parada, hemos comprobado que no se suele utilizar colorante, presentado el arroz un color blanco después de ser cocinado.
Pero no solo la presencia gastronómica del país de la piel del toro se encuentra representada en esta parada. Notting Hill tiene acento español, y aún más gusto. Aquí es fácil encontrar diferentes establecimientos de restauración donde poder tomar unas tapas acompañadas por unas cañas de cervezas. El pulpo a la gallega, las patatas bravas, el morro de cerdo, son algunos de los platos que se nos ofrecen y que nos quitan la morriña de estar lejos de casa. Incluso, para los que más echan en falta las marcas nacionales encontramos un pequeño ultramarino donde poder adquirir las marcas nacionales que no se encuentran en las grandes superficies del Reino Unido. Embutido, el chocolate soluble por excelencia en España, las galletas de toda la vida, o las conservas que tantas veces nos han acompañado en nuestras salidas de casa, son algunos de los productos que se nos ofrecen. Pero la presencia española, no termina aquí, hay un centro escolar con nombre español, es el Vicente Cañada Blanch. Aquí se ofrece una enseñanza en español para los hijos de españoles que cambian la Península por la isla de Reino Unido.