José María Roldán, director de regulación del Banco de España
El directivo visitó la City para despejar las dudas sobre la economía española y ganar adeptos
El sector financiero de España es solvente a pesar del largo periodo de crisis que atraviesa. Se trata de la idea clave con la que bombardear una y otra vez a los inversores extranjeros que podrían ser fuentes de ingresos para las arcas del estado español. La tournée comenzó hace unas semanas con la llegada a Londres del secretario de Estado, José Manuel Campa y ha continuado con la del director general de Regulación del Banco de España, José María Roldán. ¿Por qué tanta visita a la City? La respuesta hay que buscarla en la reforma que está sufriendo el sistema bancario español y el recién aprobado Decreto Ley para el Reforzamiento del Sistema Financiero.
La política de la regulación bancaria y del orden reina en España sorteando con descaro otros factores como la tasa de desempleo o la caída del PIB. La idea parece acertada pero no se puede quedar de puertas para adentro. No sólo hay que convencer a los inversores, empresarios y accionistas españoles. Hay que ir más allá y saltar las barreras del idioma y las fronteras peninsulares. Reino Unido ha sido el primer objetivo.
Con una presentación powerpoint de 54 páginas bien aprendida y un inglés fluido, el director general de Regulación del Banco de España, José María Roldán, ha deleitado a los inversores y analistas extranjeros con las ventajas que supone la política de recapitalización del sector financiero español. José María Roldán ha asegurado que la norma que exige más capital a las entidades financieras aprobada por el Gobierno permite a las cajas acceder a capital de máxima calidad y «contribuye a profesionalizar su gestión y órganos de gobierno, al tiempo que somete a estas entidades a la disciplina del mercado».
En alusión a las entidades que no logren reforzar su solvencia por sus propios medios en el plazo límite propuesto y tengan que recurrir al respaldo público, Roldán a afirmado que «el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) proporcionará los fondos para alcanzar los requerimientos de capital de la norma».
Intervención económica
Lejos quedaron el laissez faire laissez passer o la mano invisible de Adam Smith. La capacidad autorreguladora del mercado mengua en tiempos de crisis; al menos de la actual crisis. No sólo se están llevando a cabo intervenciones estatales por parte de los respectivos Gobiernos en el poder, también otros organismos internacionales como el FMI (Fondo Monetario Internacional) o la propia Unión Europea han tenido que salir al rescate de los países más tocados por la crisis.
Con una tasa de desempleo del 20,2%, la más alta de Europa, cualquiera podría pensar que la situación española está al borde del cataclismo. Quizás. Lo que está claro es que el Gobierno de Rodríguez Zapatero -en colaboración con los principales directivos del Banco de España- está seguro de poder demostrar lo contrario: estabilidad, confianza y recuperación.
La última de las medidas anticrisis adoptadas por el conjunto socialista ha sido la aprobación del Plan de Reforzamiento del Sector Financiero mediante Decreto Ley. La reforma fue presentada el pasado mes de febrero con dos objetivos básicos: «Reforzar de una manera intensa la solvencia de las entidades de crédito y su capacidad de resistencia, incluso ante los escenarios más adversos e improbables, y facilitar su financiación, garantizando la canalización del crédito a la economía real y, con ello, el crecimiento y el empleo».
¿Cómo se traduce todo esto? Mayor capital dentro de las entidades financieras implica una mayor garantía y solvencia a la hora de poder responder ante otras futuras situaciones de crisis. Los caminos que se están siguiendo para conseguir este aumento del capital, cuyos estándares han sido fijados por el acuerdo Basilea III, son varios. El principal, sin duda, está siendo la reunificación del sistema de cajas españolas. El decreto ley eleva los requisitos de capital de las entidades al 8%, porcentaje que se sitúa en el 10% para aquellas cajas que no tengan presencia de inversores privados en al menos el 20% del capital o presenten una financiación mayorista superior al 20%.
Juntos sois menos pero más potentes. Este podría ser el lema al que están siendo sometidas las cajas de ahorro españolas, que se han visto obligadas a fusionarse y conformar nuevos entes jurídicos para soportar el azote de la crisis. Se trata de un periodo inacabado aunque el nuevo Decreto Ley fija como fecha límite para la recapitalización el próximo 30 de septiembre. No obstante, aquellas cajas que no puedan reunir el capital necesario antes de la fecha pactada podrán contar con la ayuda temporal del Fondo de Restructuración Ordenada Bancaria (FROB).
Algunos de los analistas concentrados en Londres para escuchar al directivo del Banco de España criticaron la lentitud del proceso de recapitalización de las cajas españolas. Sin embargo, Roldán alegó que hay que actuar con diligencia ya que «se trata de una reforma sin precedentes, que supone una reducción de 45 a 17 del número de cajas». Por último el ejecutivo del Banco de España ha dado las gracias a los gestores de las cajas por la solidez con la que están acometiendo la reestructuración del sector.