Elena Canter, diseñadora española de joyas.Elena Canter, diseñadora de joyas
Toda su carrera gira en torno al arte. Nacida en Bilbao, descubrió su verdadera vocación en Ibiza, desde donde se trasladó a Madrid para dedicarse de pleno a sus dos grandes pasiones: el diseño de joyas y la más reciente, la escultura. En el 88 presentó su primera colección en el Salón Cibeles y desde entonces, Elena Canter no ha dejado de asistir a pasarelas de todo el mundo como París, Londres o Japón. En 2001 abrió una tienda en la calle Velázquez de Madrid, donde atesora las piezas más relevantes de su trayectoria.
Sus joyas son artesanales y únicas, por lo que cada colección es una edición limitada. Ha diseñado piezas para el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el Museo Thyssen-Bornemisza, el Museo Picasso de Barcelona y el Palacio de Versalles de París, entre otros. Ahora además, ha comenzado a vender sus espectaculares alhajas en los grandes almacenes londinenses Liberty y en los norteamericanos Neiman Marcus.
Un buen día decides dejar aparcados tus estudios de filología francesa para dedicarte a lo que se convertiría en una de tus grandes pasiones, el diseño de joyas. ¿Cómo surgió todo?
Al terminar en la universidad, me trasladé a Ibiza, donde junto a mi madre y hermanos montamos dos tiendas de maniquís, accesorios y vestuario teatral de los años veinte. Las joyas y adornos del periodo Art deco me atraían de forma especial. Y tras vivir unos años en la isla, decidí presentar mi propia colección.
Bilbao, Ibiza y Madrid, entre otras ciudades del mundo, han influido en tus diseños. ¿Cómo te ha marcado cada uno de estos lugares?
De Bilbao son las líneas de estética industrial y los metales oxidados. De Ibiza la libertad para crear. En Madrid he crecido y madurado profesionalmente. Es la ciudad donde nacen las colecciones.
¿En qué te inspiras? ¿Cuáles son tus influencias?
En las últimas colecciones, la estética industrial prevalece. Son piezas de gran formato. Juegos geométricos convertidos en joyas. Además del poso de otras culturas, los tintes tribales, la estética de los cómics épicos y la arquitectura de vanguardia están presentes.
En 1988 presentaste tu primera colección en el Salón Cibeles, ¿Qué recuerdo guardas de aquellos primeros pasos?
En mi primera colección, presenté una serie de pendientes y collares de formas geométricas forradas de lino y rafia. La recuerdo con mucho cariño. Fue el principio de la aventura.
¿Cómo describirías tus joyas?
Contemporáneas y atemporales. Son joyas para siempre.
En tus diseños no hay dos joyas iguales, además colaboras estrechamente con los museos desde hace más de una década. Parece que lo que haces está íntimamente relacionado con el arte, ¿No es así?
Hacemos cada joya una a una y en ediciones limitadas. La inspiración de un cuadro, o la interpretación de una joya que aparezca en él, es un trabajo apasionante para mí. Intento aportar algo nuevo. También reinterpretar, desde mi óptica, joyas de otro tiempo.Colgante Odo, pieza de una de las colecciones de la diseñadora.
Rania de Jordania y Shakira han lucido tus joyas, ¿Crees que esto ha ayudado a la repercusión de tu marca?
Siempre es gratificante ver la aceptación de tu trabajo.
¿Cómo es tu última colección?
Tras crear un tejido metálico tranparente, he convertido en joyas, alas de pájaros imaginarios, grandes medallones de tejidos geométricos y la interpretación de grafismos. Son joyas grandes, móviles, en bronce, plata y cobre oxidado.
Tus joyas se compran no sólo en España, sino también en Londres, Nueva York o incluso en Japón y Jordania, ¿tienes pensado seguir ampliando el mercado?
Me gustaría que mis colecciones pudieran llegar a todos los lugares del mundo. Respetando siempre el concepto de la no masificación.
¿Cómo describirías a ‘la mujer’ Elena Canter?
Como una mujer sensible e independiente, que busca y cultiva un estilo propio.
¿Qué significa para ti que se vendan tus joyas en los prestigiosos almacenes Liberty de Londres?
Una gran alegría y un motivo para intentar superarme en cada colección.
¿Cómo ves tu participación en la London Fashion Week?
Es una feria en la que siento que mi trabajo es entendido y me siento especialmente cómoda.
Háblanos de tu faceta de escultora, otra de tus grandes pasiones.
La escultura es para mí un encuentro desnudo con tu propia creatividad. Partes con una idea, pero la evolución de la obra, es imprevisible y esto hace que el proceso sea fascinante.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Además de continuar con las colecciones, me gustaría terminar una serie de joyas únicas, de gran tamaño, mitad trajes, mitad joyas, mitad armaduras, que reflejen el espíritu femenino de todos los tiempos y montar luego una exposición.