La organización benéfica Pilion Trust, encargada de ayudar a los más desfavorecidos, ha llevado a cabo un experimento social en las calles de Londres. Han decidido hacer una campaña grabando en secreto la reacción de los viandantes cuando un repartidor de panfletos en la calle se acercaba a ellos con un cartel donde se podía leer «¡Que se jodan los pobres!».
Los ciudadanos al leerlo se indignaban recriminando al repartidor de panfletos la falta de respeto que estaba teniendo ante las personas más desfavorecidas. Sin embargo, la reacción de los viandantes fue muy distinta cuando el repartidor se giraba y en la otra parte del cartel podían leer el mensaje «Ayuda a los pobres».
Cuando el eslogan dejó de llamar la atención y se convirtió en un mensaje positivo la reacción de la gente no fue otra que pasar de largo sin ni siquiera inmutarse ni girar la cabeza.