Pulpul, voz principal y guitarrista, y Joxemi, guitarrista, de Ska-p
La conocida banda española de fusión de estilos con el rock más desenfadado y carismático, Ska-p, debutará el 14 de octubre en Londres, en Kentish Town. Estos chicos de barrio llevarían más de veinte años dando guerra, si no fuera por el parón de tres años que hicieron en 2005. El motivo ya no es una incógnita. Pulpul, voz principal y guitarrista de la banda, y Joxemi, uno de los guitarras, nos han contestado por separado a eso y a varias cuestiones más.
Sus respuestas dicen mucho de ellos, resaltan sus singularidades propias y fortalecen sus puntos de vista de comunes respecto al mundo. Un grupo comprometido y, quizás, de los más conocidos internacionalmente. Reconocen que los medios españoles no les dan mucho espacio, pero nosotros los hemos querido tener en EL IBERICO, que nos contaran sus peculiares luchas sociales y lo que esperan de su primer concierto en tierras inglesas…
Ska-p nace en 1994, hace un parón en 2005 («año feo», como lo habéis dado en llamar) y vuelve en 2008. ¿Qué ha cambiado en Ska-p en todo este tiempo?
Pulpul: Hombre, somos más viejos, pero mantenemos nuestro compromiso revolucionario con más madurez. El parón nos ha hecho recapacitar en muchos sentidos y nos ha devuelto la ilusión.
Joxemi: Igual nos ha salido la primera arruga en la cara [risas]. Pero en conjunto seguimos siendo los mismos de siempre…. Gente de barrio o de pueblo, como es mi caso. Para nada nos sentimos estrellas del rock ni nada parecido…
¿Cómo recordáis la novena edición del Vallekas Rock, concierto que os permitió haceros un hueco definitivamente en la escena musical española?
P.: El Vallekas Rock ha sido el concierto más importante de toda nuestra carrera. Fue el concierto trampolín, el que nos sacó del barrio. Tenemos un gran recuerdo de aquel festival.
J.: Fue muy importante para nosotros en aquel momento, ya que nos dimos a conocer a mucha gente en un solo día, en un tiempo en que esas cosas todavía pasaban. Hoy en día hay como un desinterés general por la música en España y es muy difícil para los nuevos grupos abrirse un hueco…
Tras esa consolidación, rápidamente se produjo un contagio de vuestro éxito a Francia y países latinoamericanos, como México y Argentina. ¿Cómo vivió aquello la banda que nació en el barrio madrileño de Vallecas?
P.: Para nosotros tocar fuera de Madrid ya era toda una experiencia, pero llegar a Francia y ver que los conciertos se llenaban hasta la bandera, fue un verdadero orgasmo. Pero esto no paró aquí. Hemos estado tocando y con mucho éxito en Italia, Alemania, Hungría, Austria, Suiza, Rusia, Portugal, Bélgica, Holanda, Rumania, etcétera. Es como despertar en medio de un sueño precioso y descubrir que la realidad es aún mejor. Sobre América Latina ya lo hemos dicho todo, es el mejor público del mundo, el más bravo. Tocar allá es un verdadero gozo. Este año vamos a ir a Nueva York y San Diego. Espero que nos dejen entrar.
J.: Creo que todavía no acabamos de asimilar lo que pasó y pasa con Ska-p….
En 2005 decidís parar. ¿Por qué?
P.: Porque pusimos la máquina a tope durante mucho tiempo. Dedicábamos el cien por cien de nuestro tiempo a Ska-p y la vida te ofrece nuevas emociones que has de vivir. Por ejemplo, el nacimiento de mi hija.
J.: Por cansancio de algunos miembros de la banda acumulado por los años y el hecho de haber tenido familia, llevábamos muchos años tocando sin parar y eso nos pasó factura… Después del parón volvimos con fuerzas renovadas y con mayor interés en el público por nosotros…. Así que todo fue a pedir de boca.
¿Qué os impulsó a volver tres años más tarde?
P.: Cuando paramos no sabíamos si algún día íbamos a volver, pero cuando transcurrió un año aproximadamente, me di cuenta que desengancharse de la música es más difícil de lo que pensaba. En muy poco tiempo ya tenía compuestas varias canciones y deseaba poder compartirlas con nuestra gente.
J.: Como ya dije antes, el recargue de pilas por parte del sector que lo necesitaba. Ahora estamos más oxigenados y felices como grupo.
Parasteis entonces porque os habías centrado demasiado en la banda y querías pasar más tiempo con la familia y amigos. Pero lo cierto es que desde que volvisteis no habéis parado, habéis ampliado vuestras fronteras europeas, llegando a actuar incluso en Moscú…
P.: Sí, es increíble. Y lo más curioso es que los rusos cantaron los temas como si fuesen de Algeciras. La música es un idioma universal.
J.: Sí, por primera vez en Rusia, Polonia, Rumania, y también en Londres esta vez… Si todo sale como hasta ahora debería irnos bien en Londres… Pero nunca se sabe…. Sabemos que Inglaterra es un poco «otro mundo» a nivel de música. Allí es, junto con EEUU donde salió todo el rock, punk, Ska two-tone. En fin… que se creen que lo han visto todo [risas].
¿Qué caracteriza más a Ska-p, sus letras o su fusión de ritmos ska y rock?
P.: Y yo que sé. No hemos inventado nada nuevo, existen muchísimos grupos comprometidos, políticamente hablando, y sobre la fusión de estilos. No sé si hemos logrado, por lo menos, ser originales.
J.: Todo eso y lo feos que somos de cerca…
Vuestro compromiso social se manifiesta, sin duda, en vuestras letras. ¿Habéis pagado algún precio por ello?
P.: Alguna cita en los juzgados por parte de un clérigo católico, algún altercado con bandas de fascistas, pero nada serio.
J.: ¡¡Pues creo que no!! A no ser que se le llame pagar un precio no salir en la televisión y radio española, donde no sale más que música y programación de lo más comercial y aborregapersonas…. Nos encanta pagar «ese precio».
En una entrevista leí que Pulpul decía: «preferimos ser interlocutores de lo que pasa en el mundo, en la calle, y hasta que la última persona no viva con dignidad Ska-p no cantará al amor ni a las margaritas». ¿Estamos cerca de ese momento?
P.: Ni mucho menos. El mundo está mucho peor que cuando empezamos. La miseria, las enfermedades más que curables, el hambre que mata a mil millones de personas todos los años… Los ricos son más ricos y los pobres más pobres. La globalización ha sido una mentira más de los amos del mundo para poder manipular a su antojo la economía mundial. Las guerras son grandes negocios donde el beneficio económico devora sin ningún miramiento vidas humanas. Estamos neoliberalizados, aletargados. Estos monstruos saben muy bien cómo hacerlo.
J.: ¡¡¡Bien sabes que no!!! Es más, creo que cada día nos alejamos más…
En la misma ocasión, Pulpul señalaba que vuestro método es «utilizar las armas del sistema establecido para decir cuál es vuestra posición en él». ¿Cómo es el mundo ideal para Ska-p?
P.: Hombre, te diría aquel mundo donde la libertad del individuo esté por encima de cualquier estado, de cualquier institución, de cualquier autoridad. Pero viendo cómo pasan los años y todo va a peor, me conformaría con dignificar a la humanidad, un mundo donde todos los seres humanos vivan dignamente y en plena libertad. Por eso apoyamos el único punto de luz que ahora mismo está ofreciendo justicia social a los pobres, la revolución Bolivariana en Venezuela, Bolivia, Ecuador. Me gustaría que la gente no se dejase llevar tanto por los grandes medios de comunicación, ya que, estos tienen dueño y le obedecen perdiendo la objetividad informativa. Vamos que hoy en día el cuarto poder es más efectivo que las armas. Busquen datos de organismos internacionales sobre la situación general en Venezuela. Se darán cuenta del por qué la gran mayoría del pueblo está con la revolución.
Vuestro famoso «Vals del obrero» dice que la clase obrera es la revolución. ¿De algún modo creéis que vosotros habéis revolucionado un tanto la escena musical de España en la que os fue difícil entrar a mediados de los 90?
P.: En España nos esquivan. Somos un grupo conflictivo porque decimos lo que pensamos, porque denunciamos lo que no nos gusta y porque apoyamos lo que nos convence. Los grandes medios nos censuran, pero nuestros seguidores cada día son más, gente que no se deja manipular y eligen libremente. Probablemente seamos el grupo español más internacional. Pero insisto, no les interesa vocearlo mucho. A nosotros no nos importa, nosotros lo estamos viviendo.
J.: Pues no sé si revolucionamos o no… Nunca me lo he planteado… Si ves los festivales españoles de rock, hoy son exactamente casi los mismos grupos que hace diez o quince años, así que digamos que todo está muy estancado. Tenemos la suerte de salir por el mundo a conocer otras gentes y culturas y con eso me vale… No necesito ser el cabecilla de ninguna revolución…
¿Fue más fácil el mercado europeo y latinoamericano?
P.: ¿Mercado? Qué palabra más fea. De eso te podrán hablar mejor las discográficas.
J.: Sí, si lo miramos hoy en día, fue muy fácil y agradable, no sé… A mí no me pesa nada de lo que hicimos al principio.
A pesar de vuestra amplitud de fronteras tras vuestra reaparición en 2008 y tras más de quince años en los escenarios, nunca antes habéis actuado en Inglaterra. ¿Qué os supone este concierto?
P.: Inglaterra jamás había mostrado ningún interés por Ska-p hasta el 2010. Sabemos que aquí hay mucho nivel musical y grandes bandas. Vamos a ver si cuaja Ska-p.
J.: Vamos a ver qué pasa… Sólo estar en la tierra de The Clash, Sex Pistols, ya es algo muy guay para mí. Somos una mezcla de todos ellos y muchos más, pero con la diversión y mala leche de «Los ibéricos»…
Y el público, ¿qué se va a encontrar en este debut?
P.: Fiesta y mucha rebeldía.
J.: ¡¡¡ALEGRIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!