El número de ciudadanos ingleses interesados en conseguir algún tipo de visado para vivir en Nueva Zelanda bate récords. Los medios de comunicación de Nueva Zelanda han advertido de la «invasión británica» después de que los datos proporcionados por el gobierno desvelasen un número masivo de peticiones para vivir en el país por parte de los ingleses tras el Brexit.
Según las comparativas analíticas, Nueva Zelanda recibe aproximadamente 3.000 registros al mes en su web de inmigración de ciudadanos británicos interesados en mudarse, trabajar o invertir en Nueva Zelanda. El mismo día del Brexit, recibieron 998 inscripciones, mientras que en el mismo periodo de año pasaron fueron 109.
Si se comparan los datos a gran escala, 49 días después que Reino Unido votase salir del Brexit, más de 10.000 ciudadanos británicos estuvieron interesados en el país, 4.599 más que en el mismo periodo del año 2015.
El New Zealand Herald ha publicado un artículo sobre el «alarmante» aumento con una ilustración que habla de «invasión británica» a Nueva Zelanda. Pero el interés no se traduce necesariamente en un aumento del flujo de inmigrantes procedentes del Reino Unido. Los que quieran obtener el visado tendrán que cumplir con los criterios de inmigración.
Según apuntó realstate.co.nz, una web neozelandesa sobre propiedades, la semana antes del referendum y la de después, registraron un aumento de las consultas en un 27% respecto a las dos anteriores.
El profesor John Morgan, un expatriado británico y académico de la Universidad de Auckland, dijo que la actual ola de interés en Nueva Zelanda le recordaba a los «refugiados políticos» de la década de 1980 que huyeron del gobierno de Thatcher. «Nueva Zelanda es un país muy atractivo para los británicos, ya que tiene un tamaño y una cultura similar,» apuntó Morgan.
«Existe esta idea omnipresente que Nueva Zelanda es una especie de reliquia de la década de los 50 de Gran Bretaña, un lugar para escapar, un lugar para ir atrás en el tiempo. No creo que esto sea cierto, pero este país no tiene una cultura tan moderna y consumista».
Según los datos registrados por la Oficina de Inmigración de Nueva Zelanda, el año pasado hasta junio a 4.934 británicos se les concedió visas de residencia, a 22.633 la visa de trabajo y 1.176 británicos visas para estudiar. Quizá los datos no son tan alarmantes como los pintan, puesto que si comparamos el número de peticiones de visado y no de consultas, este año ha habido prácticamente las mismas peticiones que los pasados.
Gráfico que muestra el número de peticiones de visado por nacionalidades / Fuente: Ministerio de Inmigración de Nueva Zelanda