El primer encuentro de Rafa Benítez al frente del Chelsea no pasará a la historia por la belleza del mismo pero posiblemente sí que lo hará por el hostil recibimiento recibido por parte del técnico madrileño.
Y es que Rafa Benítez en su etapa en Liverpool nos regaló grandes enfrentamientos plagados de tensión y rivalidad entre los reds y los blues que parece que la afición aún no ha olvidado. Es fácil apostar online por el hecho de que la hinchada del Chelsea cambie de opinión si los resultados comienzan a ser positivos pero por el momento parece evidente que el divorcio es importante.
Pancartas contra el técnico madrileño, silbidos cuando apareció por el túnel de vestuarios y ovación en el minuto dieciséis en honor a Roberto Di Matteo debido a que este era su dorsal cuando jugaba, fueron algunos de los desencuentros que sufrió el entrenador español en su debut en Stamford Bridge.
En cuanto al partido, la verdad es que no ayudó a dejar de centrar la atención en la relación Benítez-afición. Las noticias de fútbol esperaban un enfrentamiento brillante ya que se medían posiblemente las dos mejores plantillas de la Premier y de Europa, pero nada más lejos de la realidad. El encuentro fue pobre. Ausencia total de fútbol en ambos conjuntos y dominio de las defensas sobre los ataques fue la tónica que hizo del partido un espectáculo difícil de digerir.
Sería injusto atribuir esta falta de fútbol del Chelsea al trabajo de Benítez ya que lleva apenas tres días al frente del equipo. Lo que sí pareció evidente es que el madrileño tiene mucho trabajo por delante para mejorar la cara de un equipo al borde de la eliminación en Champions y que ha sumado tres de los últimos quince puntos en la Premier. Veremos si lo consigue y, por consiguiente, si se mete a la afición en el bolsillo.