Optar por una dieta más rica en vegetales ayudaría a reducir la cifra de emisionesEn la pasada edición dimos a conocer la cifra, no poco alarmante, de la cantidad de emisiones de CO2 que las actividades humanas aportan a la atmósfera cada año (30 billones de toneladas). Además, durante esa semana, se anunció a través de diferentes medios que la Tierra había entrado oficialmente en déficit ecológico, lo cual significa que los recursos que se generarán en todo un año ya han sido consumidos, y los contaminantes generados no podrán ser absorbidos. Datos más bien deprimentes que, en lugar de hacernos tirar la toalla, nos deberían ayudar a mentalizarnos de que nunca es demasiado tarde para introducir pequeños cambios en nuestra rutina para lograr rescatar nuestro planeta.
Ya dimos algunos consejos sobre cómo reducir emisiones de carbono en casa pero, ¿acaso sabíais que también podéis reducir vuestra huella de carbono en la comida? Os explicamos cómo hacerlo, ya que nuestra dieta tiene un gran impacto en el medio ambiente. El consumo de carne es uno de los peores enemigos del calentamiento global ya que cerca del 18% de los gases de efecto invernadero provienen de la ganadería, tal y como indica un informe recientemente publicado por The World Watch Institute (hay que tener en cuenta que en su totalidad, todos los medios de transporte producen un 13%).
Los animales necesitan alimentarse, necesitan terreno (que muchas veces se consigue deforestando) y contaminan el agua; pero el problema mayúsculo es el del estiércol, que produce grandes cantidades de metano. Por tanto, optar por una dieta más rica en vegetales ayudaría a reducir la cifra de emisiones. De hecho, en Estados Unidos se ha hecho muy famosa la campaña Meatless Monday (Lunes sin carne) para animar a la gente a incluir un día sin carne es sus dietas, beneficioso para su salud y para el medio ambiente.
Otro factor muy importante a la hora de seleccionar los alimentos es optar por los producidos de manera local. De este modo se reduce el impacto fruto del transporte de dichos productos hasta su punto de venta. De hecho, Tesco y PepsiCo se encuentran entre las compañías que han introducido etiquetas indicativas sobre las emisiones de CO2 durante la producción de sus productos, las llamadas food miles.
Del mismo modo, hay que prestad atención al embalaje, cuanto menos cartón y plástico, mejor. De este modo, evitamos las emisiones de su producción y de su reciclaje.
Próxima edición: Reduce tus emisiones de C02 en el transporte.