Cuando nos vamos de viaje en avión, todos tenemos que seguir ciertas normas de seguridad en los aeropuertos. Debemos colocar los aparatos electrónicos de forma independiente en las bandejas, colocar los líquidos (que no pueden superar los 100 ml) en una bolsa transparente, no podemos llevar objetos prohibidos como tijeras o cuchillos… Ahora, el Gobierno británico ha decidido realizar cambios sustanciales en algunas de estas normativas en el país. Y estos cambios se harán efectivos en el año 2024.
Los aeropuertos británicos contarán a partir de 2024 con unos nuevos escáneres 3D que servirán para mostrar imágenes más detalladas del equipaje y además, harán posible los siguientes cambios:
-La cantidad máxima de líquidos permitidos, pasando de 100 ml a dos litros. Este máximo se llevaba imponiendo desde el año 2006, cuando quitaron la prohibición de llevar líquidos en cabina.
-No tendremos que sacar los aparatos electrónicos en el control de seguridad.
Una nueva tecnología que reducirá las colas en los controles de seguridad de los aeropuertos
La legislación se irá aplicando progresivamente en los aeropuertos de todo el país en los próximos dos años. Pero las normas actuales seguirán vigentes en los que no utilicen la nueva tecnología. Mark Harper, secretario de Transportes, afirmó que con la nueva tecnología se reducirán los tiempos de espera en las colas y se mejorará «la experiencia de los pasajeros y, lo que es más importante, la detección de posibles amenazas».
Por su parte, Christopher Snelling, director de políticas de la Asociación de Operadores Aeroportuarios, añadió que este avance es un «gran paso adelante para el transporte aéreo en el Reino Unido, a la altura de los mejores del mundo».
La tecnología que se implantará en el Reino Unido ya lleva varios años activa en algunos aeropuertos de Estados Unidos, como el Hartsfield-Jackson de Atlanta y el O’Hare de Chicago.
Así, el ex Primer ministro británico, Boris Johnson se comprometió hace un tiempo a utilizar la tecnología de escaneado para agilizar los controles previos al embarque y mejorar la seguridad, dando a los aeropuertos británicos de plazo hasta finales de 2022. Sin embargo, la pandemia del coronavirus hizo que se retrasaran los planes.