El lunes entró en vigor el primer conjunto de medidas con las que el primer ministro, David Cameron, va a intentar disminuir el déficit.
Estos recortes han causado un gran revuelo entre la población inglesa, acostumbrados a beneficiarse de un sistema de prestaciones sociales muy generoso, ya que Cameron ha afirmado que las ayudas a los más desfavorecidos son un gran obstáculo para la recuperación.
Estos recortes incluyen una disminución de las ayudas a la vivienda social y de las ayudas para los impuestos que se ven obligados a pagar las familias con bajo nivel adquisitivo. A esto se le une una remodelación sanitaria que tendrá como principal objetivo un minucioso control del gasto.
Según George Osborne, ministro de Economía, y Lain Duncan Smith, ministro de Trabajo y Empleo, la reforma del Estado de bienestar busca que las personas paradas que se han acomodado a una vida fácil, se sientan motivadas a unirse al mercado laboral ya que por sus circunstancias personales podrían hacerlo.