Los combustibles fósiles contaminan el aire de las ciudades y provocan alrededor de 64.000 muertes al año en el Reino Unido. Es más, varios estudios aseguran que la contaminación en el aire causa más muertes en el mundo que fumar. Según estos estudios, inhalar las partículas de CO2, puede incrementar el riesgo de enfermedades pulmonares o infecciones respiratorias.
En este sentido, aunque la pandemia del coronavirus ha tenido graves consecuencias sanitarias, también ha demostrado tener un impacto ambiental muy positivo. Y es que el confinamiento en Reino Unido ha provocado que los niveles diarios de CO2 se redujeran un 36 por ciento aproximadamente.
En este línea se ha pronunciado estos días Julian Allwood, Profesor de Ingeniería y Medio Ambiente de la Universidad de Cambridge. Allwood ha argumentado los beneficios en salud del confinamiento y la necesidad de hacer el cambio a los vehículos eléctricos. «Los vehículos sin tubos de escape dejan mucha menos contaminación en el aire, por lo que la electrificación tendrá beneficios de salud directo e inmediatos para la población. Eso está garantizado. No obstante, el profesor asegura que la contaminación en el aire no se podrá reducir a cero. Esto es debido, según Allwood «a que parte de la contaminación es el resultado de las partículas de freno y fragmento de caucho que salen de los neumáticos».
Las emisiones de CO2 en Londres se redujeron drásticamente durante el confinamiento
Se sabe que el sector del transporte es responsable del 28 por ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del Reino Unido. Sin embargo, las medidas de confinamiento que fueron implementadas por el Gobierno británico en marzo permitieron que las emisiones de CO2 en grandes ciudades se redujeran drásticamente. Este es el caso de Londres, donde hubo una reducción del 60 por ciento en emisiones de dióxido de carbono cada día. Esto se logró porque mucha gente optó por movilizarse en vehículos menos contaminantes como las e-bikes. Además, también porque muchas personas más pudieron seguir trabajando desde casa y se vieron obligados a dejar sus vehículos aparcados.
Ellie Grebenik, director general en la Energy Saving Trust, argumenta que revolucionar el sector del transporte debe ser nuestra prioridad. «Actualmente vivimos en una sociedad muy centrada en el automóvil», ha dicho Grebenik. «Sin embargo, para 2030, la gente tendrá que pensar realmente en cómo están viajando. Un sistema de transporte más integrado es crucial», finalizó.
Para 2030, en Londres se espera que la cantidad de emisiones de dióxido de carbono desaparezcan. Su alcalde, Sadiq Khan, se ha comprometido a realizar este cambio si llega a ser reelegido en las próximas elecciones.