El Gobierno del Reino Unido ha decidido cerrar su embajada en Damasco y retirar a su personal diplomático ya que admite que hay un «deterioro de la seguridad» en Siria. Así lo afirmó el ministro británico de Exteriores, William Hague. Sin embargo, el político afirma que esto no quiere decir que su país haya cesado en presionar al régimen sirio para poner fin a la violencia.
Ayer, el ministro ya se había declarado «consternado» ante la información de que el régimen de Bachar al Asad estaba preparando un asalto terrestre a gran escala contra la población del Homs. Hague realizó un llamamiento a las tropas del Ejército sirio para que dejasen de atacar a los civiles y les amenazó con rendir cuentas por las acciones realizadas. «Vamos a trabajar con el Consejo Nacional Sirio para apoyar una oposición siria más unida y representativa, con la visión de una Siria pacífica, multiétnica y más democrática», afirmaba el político.
En relación al Reino Unido, Hague solicita a los británicos que todavía se encuentren en este territorio y que necesiten ayuda del consulado, que contacten con cualquier embajada de la Unión Europea que todavía siga abierta en Damasco. El ministro hace hincapié en el respaldo que realizan desde Reino Unido a la misión de paz del que fue secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, enviado especial de la ONU y la Liga Árabe en Siria.
