¿Alguna vez te preguntaste por qué el 99 por ciento de los medios solo cubren la entrega de los premios Grammy para hablar de las actuaciones y de los vestidos de los famosos? ¿Te quedabas siempre con cara de póquer cuando Hommer soltaba uno de sus chistes acerca del poco valor de la estatuilla del gramófono? ¿Nunca entendiste por qué uno de cada tres álbumes que te encuentras en las estanterías del HMV tiene una pegatina que dice «Grammy Award Nominee»? ¿Qué diferencia hay entre el Grammy a Best Record y el Grammy a Best Song, si ambas son una canción? ¿Por qué el disco ganador del Grammy a Mejor Álbum del año no gana, sin embargo, el Grammy dentro de su categoría como Best Americana Album?
No te preocupes, no eres el único que te haces esas preguntas. Pero para eso está El Ibérico. Para resolverte algunas dudas, crearte muchas más y formar parte de ese 1 por ciento de medios no especializados que te hablará de los Grammy desde otro punto de vista. La oculta perspectiva musical, de la que posiblemente nunca antes habías oído hablar…
81 categorías, casi 400 nominaciones para otros tantos artistas y algunas joyas como Best Chamber Music/Small Ensemble Performance, Best Surround Sound Album, Best Album Notes, Best Historical Album, Best Instrumental Arrangement Accompanying Vocalist(s), Best Spoken Word Album, o Best Boxed or Special Limited Edition Package. Por suerte, o por desgracia, hoy NO os hablaré de ninguna de estas delicias para los oídos, aunque he de confesar que la caja Woody At 100: The Woody Guthrie Centennial Collection, ganadora de la categoría a Mejor Caja o Edición Limitada, tiene una pinta muy tentadora.
Hoy, para intentar aburrirte lo menos posible y hacerte un viernes un poco más ameno, haré una rápida pasada por los nominados y ganadores de las categorías más relevantes, formando con ellos un playlist. Una hora de música que si bien no conseguirá hacerte grandes descubrimientos, sí que te provocará esa aliviadora sensación de descubrir alguno de los artistas que llevas escuchando sin parar a lo largo de todo este último año y que aún no has conseguido descubrir quién es.
No me refiero con esto que te vaya a descubrir el archimanido hasta convertirlo en llano, aburrido y somnoliento «Somebody that I used to know» de Gotye, que finalmente se ha hecho con el Grammy a Best Record, ni al sobresaturado y facilón (muestra perfecta del resto del disco) «Stronger (What doesn’t kill you)» de Kelly Clarkson. Sino a temazos nominados como el «Lonely Boy» de los Black Keys o el «We are Young» de los neoyorkinos Fun. Pese a no llevarse el Grammy a Mejor Grabación (algo que sin duda alguna debería haber ido a parar a «Lonely Boy»), se han hecho dueño de los gramófonos a Mejor Canción y Mejor Artista Revelación.
En cuanto a lo que Mejor Disco se refiere, por tercer año consecutivo la noticia ha vuelto a ser agradable para todos aquellos que amamos la buena música. Y es que si hace dos años todos nos quedamos más anchos que largos cuando los canadienses Arcade Fire le dieron en toda la boca a Eminem, el año pasado nadie pudo hacer sombra al 21 de Adele. Esta edición me ha producido esa cierta satisfacción paternal que surge al decir… ya lo dije yo. Algo que muchos hemos experimentado cuando hemos visto que dicho premio recaía sobre el pedazo de disco que es Babel, de nuestros vecinos londinenses Mumford & Sons. Un disco que para nada hace sombra a otros nominados como son El Camino, de los Black Keys o el Blundeburs de Jack White, pero que quizá sí que tenga esa chispa de algo especial en cada uno de sus canciones, que lo hace perfecto y justo vencedor del galardón.
Incomprensible es, sin embargo, que los mismos «sabios» que han alzado a los cielos álbumes como los anteriores, hayan tenido la vergüenza de nominar temas tan malos (como adictivos si te descuidas), para Mejor Canción del año. Por desgracia, en una categoría en la que cada uno podría poner cientos de títulos, los nominados que acompañaron al ganador «We are Young» (Fun), fueron clasicazos radio-fórmula como son «Call me baby» (Carly Rae Jepsen) o «Stronger» (Kelly Clarkson), tostones del pelo de «Adorn» de Miguel, y por lo menos, la menos aburrida de las canciones del somnoliento Ed Sheeran, «The A Team».
Cambiando de tercio a Mejor Artista Revelación, he de decir que si fuese Alabama Shakes o The Lumineers, me plantearía si realmente me aporta nada bueno estar nominado en la misma categoría en la que lo están tipos de más que dudosa reputación musical como lo son Hunter Hayes o Frank Ocean. Pero como habréis descubierto ya a estas alturas, es lo que tienen los Grammy, que son capaces de lo mejor y de lo peor, con una pizca de sorpresa y otra de inverosímil mediocridad. Como antes comentaba, el premio recayó en los estadounidenses Fun. Sin duda alguna la apuesta más fácil y segura, pero ni de cerca la de mayor calidad si nos atenemos a la personalidad y madurez que atesoran álbumes como Boys & Girls (Alabama Shakes) o al debut de los Lumineers.
No puedo terminar este artículo sin mencionar el Grammy a Best Solo Performance para la grabación en directo del «Set Fire to the Rain» de Adele en la Royal Albert Hall, y sin decir que el eternamente joven Paul McCarntey le ganó el Grammy a los Christmas de Michael Bublé en la categoría de Best Traditional Pop Vocal Album, y sin decirte (al menos para que duermas hoy más tranquilo) que por lo menos «Lonely Boy» se llevó el Grammy a Best Rock Performance y a Best Rock Song, así como el disco en el que se encuentra: El Camino, ganó el gramófono a Mejor Álbum de Rock. (Me corto las venas si se lo dan al Mylo Xyloto de Coldplay o al The 2nd Law de Muse, una vez más: #incomprensiblesnominaciones)
Aunque hablando de venas, mentiría si te dijese que no me las he intentado cortar al ver cómo el Stronger de Kelly Clarkson (sobrevalorado no, lo siguiente) se llevaba el premio a Mejor Álbum Pop por delante del Ceremonial de Florence & The Machine, o cuando mis ojos no daban crédito al ver que Making Mirrors de Goyte, se llevaba el galardón a Mejor Disco de Música Alternativa (sí, has leído bien: ALTERNATIVA), por delante, por ejemplo, del Hurry Up, We´re Dreaming de M83.
En fin, confío que, pese a que haya algún que otro motivo para ello, este viernes no te cortes las venas con el Playlist que os propongo y sí que disfrutéis con algunas de las mejores canciones que han sonado en el pasado 2012, y que sorprendentemente, la National Academy of Recording Arts and Sciences, también ha sabido reconocer.
Pincha aquí para escuchar el playlist compuesto por algunos de los nominados y ganadores de este año.
Ah, un último consejo: ¡Bailad Malditos!