Cuando Xavier empezó a trabajar en el restaurante de Londres en el que ahora es chef, ni siquiera sabía freír un huevo. Su historia comienza en Ecuador, donde vivía con sus padres. Cuando Xavier tenía 15 años, su padre murió, dejando un gran vacío en el hogar, así como escasez de dinero. Un año más tarde, se casó y tuvo un hijo.
Tras esta serie de acontecimientos, su madre y su hermano emigraron a Londres. Esto fue un gran golpe para Xavier, ya que apreciaba el estrecho vínculo que compartía con su madre. «Mi madre ha sido como una figura de superhéroe para mí. Después de la muerte de papá, ella fue la que cuidó de mí. Si alguna vez estaba enfermo o tenía problemas, ella era la persona a la que podía acudir».
Xavier tuvo que valerse por sí mismo, con la presión añadida de mantener a su mujer y a su hijo. «Trabajaba incansablemente día y noche para llegar a fin de mes. No podía mantener a mi familia. Fue entonces cuando decidí emigrar a Londres«.
La separación de la familia que dejó en Ecuador le pasó factura. Sufrió una dura batalla con su salud mental aunque finalmente encontró el equilibrio. Hoy en día, atribuye a su hijo el haberse convertido en su luz al final del túnel. Xavier encontró trabajo lavando platos en un restaurante italiano de Londres. Aunque su ambición era convertirse en chef, nos cuenta que la cocina era una profesión desconocida para él. «En mi país, ¡no sabía ni freír un huevo!».
Pero esto no le impidió aprender el oficio. Con un sentimiento de orgullo y satisfacción que emana de su voz, Xavier nos cuenta que ahora lleva 16 años trabajando en el restaurante, en el que se convirtió en el jefe de cocina, y está dirigiendo su propio equipo.
«Si no puedes decirte a ti mismo que puedes hacerlo, entonces nunca despegarás»
Xavier deja escapar un enorme suspiro mientras se remueve en su asiento, revelando que su ascenso a la cima no ha sido fácil. Luchando contra la confusión emocional de estar separado de su familia en casa, nos dice que todas sus experiencias antes y después de la inmigración a Londres han formado su carácter, convirtiéndolo en el hombre fuerte que es hoy. «Si no tienes un carácter fuerte… si no puedes decirte a ti mismo que puedes hacerlo, entonces nunca despegarás».
Ria elige agentes locales que son bien conocidos por la comunidad a la que sirven. Esto significa que a menudo pueden ofrecer apoyo a los inmigrantes en su lengua materna. Xavier es uno de los millones de clientes que han encontrado un apoyo para enviar dinero a sus países de origen a través de su agencia local de Ria Money Transfer. «Ria tiene una agencia en la que se habla español. Como no dominaba el inglés, me facilitaron el proceso de transición. Ria ha sido una gran ayuda para mí. Lo digo de corazón. Me han ayudado a salir de algunos apuros».