En la quinta edición del River Tango la pareja de bailarines Sebastián Arce y Mariana Montes mostraron al público londinense una vez más la belleza de esta danza importada desde Argentina
El acordeón empezó a sonar, y como dos apasionados se miraron fijamente a los ojos, y empezaron a interpretar con sus cuerpos aquellas rítmicas notas musicales que daban forma a una canción del ya desaparecido Carlos Gardel. El hombre dirigía con sus pasos precisos a la mujer, quien respondía con movimientos seductores. Sus pies dibujaban figuras, y sus torsos adoptaban posiciones imposibles. Bailaban el tango, y lo hacían en Londres, en el Mercado de Spitafields, lugar que se convirtió en una improvisada pista de baile con motivo de la quinta edición del River Tango, un festival que desde el año 2006 trae a la capital británica el alma de Argentina.
El River Tango desembarcó en Londres del 15 al 18 de septiembre, como una de las actividades culturales programadas dentro del The Thames Festival 2011. Bajo este título se organizan a lo largo del año una multitud de exposiciones, teatros y actividades artísticas al aire libre, y que vienen a representar la riqueza cultural de esta gran ciudad que acoge a personas llegadas de todos los rincones del mundo. A mediados de septiembre es el turno de Argentina, y una vez más se ha podido ver a personas de los cinco continentes bailando el tango. Lo hacían bajo las directrices y el ejemplo de afamados bailarines. Durante las cuatro jornadas, más el acto inaugural que tuvo lugar el día 10, las actividades relacionadas con el tango se desarrollaron prácticamente durante todas las horas del día.
En esta edición se contó con la presencia de Sebastián Arce y Mariana Montes, una pareja aplaudida allá donde va y que ha pisado los escenarios de más de 35 países, pero también otros bailarines con gran renombre como Adrian Veredice y Alejandra Hobert, Ariadna Naveira y Fernándo Sánchez o Martín Maldonado y Maurizio Ghella, sedujeron al público londinense.
El River Tango, el que ya ha sido calificado como el mayor espectáculo de tango que se realiza fuera de Argentina, ofreció a todos los interesados una serie de talleres con los que mejorar las técnicas y movimientos de esta danza nacida frente a la orilla del Rio de la Plata y a la sombra de la ciudad de Buenos Aires. Cursos basados en perfeccionar enganches o los giros, en mejorar la expresión corporal o en aprender pasos que aún se escapaban al dominio de los principiantes, fueron algunos de las actividades organizadas en esta edición que captaron la atención de los británicos.
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