La sexualidad femenina siempre ha sido un tabú difícil de superar para muchas mujeres. Este concepto está rodeado de creencias absurdas y falsos mitos. Uno de los más comunes es que la sexualidad femenina depende y surge de la masculina.
Nada más lejos de la realidad, pues las mujeres son seres completamente independientes en ese aspecto. Las féminas tienen y viven su propia sexualidad, con gustos y necesidades distintas en cada una de ellas. Poco a poco, se han ido rompiendo barreras y se han adoptado actitudes mucho más modernas, instaurando una libertad hasta ahora desconocida.
[pullquote]¿Sabes cuál es el órgano sexual más potente? ¡El cerebro! Este es la casilla de salida, el origen de todo estímulo que proporciona placer[/pullquote]Más allá de los tópicos que existen con respecto a este tema, existen algunas claves importantes para que las mujeres mejoren su vida y satisfacción sexual:
Autoestima
Es la base de todo. La aceptación de nuestro cuerpo, aunque no sea perfecto, es fundamental para establecer un equilibrio con nosotros mismos. De este modo podremos disfrutar del placer que este nos ofrece.
[pullquote]Si no te gusta el gimnasio, disfrutar de la intimidad con tu pareja es una alternativa más que aceptable[/pullquote]
Mente Sana
¿Sabes cuál es el órgano sexual más potente? ¡El cerebro! Este es la casilla de salida, el origen de todo estímulo que proporciona placer y de toda decisión que queramos tomar. Cuidarlo es muy importante, para tu sexualidad y para la vida en general. ¡Aprende a dejarte llevar, a no tener miedo a lo desconocido y a ir poco a poco!
Dedícate tiempo
Hoy en día estamos consumidos por las prisas y no nos paramos a pensar que necesitamos tiempo para dedicarlo a nosotros mismos. Alejarse de las preocupaciones y mimarse, ayuda a potenciar lo bueno y a que nos mantengamos sanos.
Autoconocimiento
¡Nadie te conoce mejor que tú mismo! La autoexploración sigue siendo un cliché para muchas mujeres, pero es imprescindible para saber lo que gusta y lo que no, y así poder transmitírselo a la pareja. Hay que dejar fuera los prejuicios y no caer en tópicos como pensar que es “algo malo” o que “esté mal visto”, pues todo lo que se hace con respeto y confianza es beneficioso para uno mismo.
Comunicación
Es otro aspecto muy a tener en cuenta: el cómo transmitimos lo que deseamos. Debemos saber cuáles son nuestras limitaciones, nuestros gustos, asumir las decisiones que tomamos y respetar el espacio de los demás. De esta forma aprenderemos a comunicarnos con nosotros mismos y con nuestro alrededor.
Creatividad
Ya que utilizamos nuestra imaginación para muchos ámbitos de nuestra vida… ¿Por qué no hacerlo también con la sexualidad? Dar rienda suelta a nuestras fantasías e innovar nos ayudará a desarrollarnos y a disfrutar más en esta faceta.
¡Explora tu cuerpo!
Tenemos muchos centímetros de piel que merecen ser explorados y que nos pueden proporcionar un sinfín de nuevas sensaciones a través de besos, caricias… ¡Atrévete!
Hacer ejercicio
No se trata de adelgazar, sino de liberar todas aquellas tensiones de nuestro día a día. El ejercicio es muy sano y nos ayuda a despejar la mente y estar en forma. Si no te gusta el gimnasio, disfrutar de la intimidad con tu pareja es una alternativa más que aceptable.
“Conócete, acéptate y supérate”, bien lo decía el filósofo y obispo, San Agustín. Ya sabes… ¡Aplícate el cuento!