Una vez más, el Barcelona dejó en el camino al Real Madrid. Fue tras el 2-2 por la vuelta en los cuartos de final de la Copa del Rey, disputada en el Camp Nou. El equipo visitante fue superior en gran parte del partido, pero se fue con las manos vacías aunque con una muestra de coraje y estando cerca de una remontada histórica.
El clásico español llegaba con la polémica de Pepe y su titularidad. El portugués fue durante toda la semana el centro de atención tras el pisotón a Lionel Messi en el partido de ida. Sin importarle eso, José Mourinho decidió ponerlo desde el inicio. Josep Guardiola incluyó a los mismos jugadores que habían conseguido un triunfo en el Santiago Bernabéu, mientras que el técnico portugués decidió realizar varios cambios. En la defensa, Arbeloa reemplazó en el lateral derecho a Hamit Altintop y Pepe volvió a jugar de marcador central en lugar de Ricardo Carvalho. Por éste último ingresó en el medio campo Ozil, mientras que Kaká ocupó el lugar de Benzema.
En el inicio del partido el Real Madrid parecía ponerse en ventaja y enmudecer al estadio, pero al minuto de juego el argentino Gonzalo Higuain definió desviado y así el conjunto merengue comenzaba a desperdiciar ocasiones de gol. A través de tiros de larga distancia, el equipo visitante continuó llegando al arco defendido por Pinto; Ozil tuvo la más clara que pegó en el travesaño. Cuando el primer tiempo se acababa y sin merecerlo, tras un gran pase de Messi, Pedro definió y puso el primero para el Barcelona. Así, el delantero español desataba la alegría en el estadio y el fastidio de algunos jugadores rivales. Sólo cinco minutos después, en la que fue la última jugada del partido, Daniel Alves remató y marcó un tremendo golazo, el segundo para los locales que parecían liquidar el encuentro.
En el segundo tiempo ambos equipos salieron sin cambios. A los pocos minutos, el Real Madrid marcó de cabeza a través de Sergio Ramos, pero el polémico árbitro Fernando Teixeira decidió anular la acción por falta del español a Alves. En el minuto 60 Mourinho puso sus últimas cartas en el juego con el ingreso del francés Benzema por Higuain y Callejón por Kaká. Con estos cambios comenzaba a encenderse la ilusión blanca. A más de veinte minutos del final, Cristiano Ronaldo descontó tras dejar en el camino al arquero. De esta manera, el portugués volvió a marcar en el clásico y dejó atrás su mala racha personal ante el Barcelona. A partir de ahí los locales empezaron a ponerse nerviosos y más aún cuando Benzema derrotó a Pinto y empató el partido a falta de 18 minutos. Sí, el Madrid comenzaba a creer en la hazaña. Con empuje y ataques frontales, los merengues intentaron llegar al tercer gol, pero Pinto y la defensa cerraron bien los espacios. Sobre el final, Sergio Ramos se fue expulsado del campo de juego por un supuesto codazo a Busquets. Así Teixeira cerraba una noche floja en su labor arbitral.
Con el Barcelona clasificado para la semifinal de la Copa del Rey y con el último campeón despidiéndose de la competición, terminó un encuentro que dejó mucho para hablar. Fue en la conferencia de prensa post partido donde Mourinho confesó que había escuchado por parte de sus jugadores que «es imposible ganar aquí» (haciendo referencia al Camp Nou).
Sin duda, de los últimos clásicos, ha sido el más atrayente y en donde se volvió a ver a un Real Madrid ofensivo y superior al rival.