El número de extranjeros que tienen derecho a vivir con sus familiares británicos en Reino Unido se ha desplomado en la última década. Según los resultados provistos por Observatorio de Inmigración perteneciente a la Universidad de Oxford, las estadísticas de inmigración muestran que el número de niños, parejas y otro tipo de parientes de ciudadanos británicos capaces de permanecer permanentemente en Reino Unido a través de una «concesión de asentamiento» ha disminuido en un 73% desde 2006.
Los miembros de la familia que reciben visas de permiso de entrada, que deben obtener para trasladarse al país para luego solicitar el asentamiento, también han disminuido de 70.119 en 2006 a sólo 38.119 el año pasado, marcando una disminución del 46%. Activistas y políticos han denunciado que las cifras reflejan una represión continua de la inmigración por parte del Partido Conservador a través de la introducción de requisitos más estrictos para las personas que desean unirse a sus familias británicas, conduciendo a la fragmentación del núcleo familiar en la mayoría de casos. Mientras que los solicitantes tenían un 83% de posibilidades de obtener una visa en 2006, el año pasado el número se reducía a 72%.
Los expertos sostuvieron que la caída en las solicitudes se puede explicar por las políticas introducidas por el Gobierno para disuadir a la gente de aplicar, en un intento de reducir el número de inmigrantes. Las nuevas medidas que incluyen que un umbral más alto en el salario del pariente con ciudadanía británica y un aumento en el impuesto para solicitar la visa para familiares, restringen y alentan el proceso burocrático deliberadamente.
Las visas de autorización de entrada concedidas a otros parientes, que requieren apoyo y cuidado, han disminuido aún más dramáticamente, en un 57 %. Esto indica que ahora son menos los extranjeros que pueden desplazarse a Reino Unido para cuidar y acompañar a sus familiares vulnerables.
Un ciudadano británico debe ganar más de 18.600 libras para traer a su cónyuge a Reino Unido
La directora de Migrant Voice, Nazek Ramadan, explica que el declive fue causado por las nuevas políticas introducidas por el Gobierno como parte de un conjunto más amplio de prácticas que crean un «ambiente hostil». La vida familiar se vuelve un «blanco» en el intento por cumplir los objetivos de inmigración de alcanzar un límite de imigración de carácter «arbitrario e inalcanzable«, resalta Ramadan.
La decisión del Gobierno de introducir el requisito de los ingresos mínimos en 2012 significa que un ciudadano con nacionalidad británica debe ganar más de £18.600 antes de poder patrocinar a su cónyuge para unirse ellos. De cumplirse los objetivos establecidos en los documentos filtrados en septiembre, el ingreso mínimo anual aumentaría y esto dificultaría aún mas al ciudadano para solicitar la visa de sus familiares.