Ilustración por Juan Manuel ParedesLo dice The Wall Street Journal. Para Irwin Stelzer, autor del artículo publicado en el diario estadounidense, la situación española no es comparable a la de Grecia, Portugal o Irlanda. La nota del director de política económica del Instituto Hudson se basa en dos informes importantes de Goldman Sachs Global y del diario The Economist. Lo cierto es que Stelzer tiene parte de razón, aunque después tendremos que ver cómo se desarrolla el curso de los acontecimientos, derivados de las decisiones que deberá tomar el Gobierno español y la Unión Europea con respecto a la situación económica de España.
Es cierto que España es hoy en día el centro de atención de todas las miradas, puesto que Grecia e Irlanda ya han recibido el rescate por parte de la Eurozona y Portugal está contando las horas para recibir las ayudas. «Si España, que es más grande que estas tres economías juntas, puede sobrevivir a las sensibles atenciones de los mercados de deuda, los políticos europeos tendrán tiempo para su habitual ritmo de toma de decisiones», explica Irwin Stelzer en su artículo. Lo cierto es que estos atisbos positivos se corroboran también con la opinión del director de Estrategia de JP Morgan Asset Management España y Portugal, Manuel Arroyo, que afirmó este pasado martes 25 de febrero que hay escasas probabilidades de que España tenga que acudir al Fondo de Rescate de Estabilidad Financiera de la Unión Europea.
Uno de los factores que han ayudado a que España reafirme su posición financiera es, según Stelzer, que los hogares españoles han reducido de manera notable el gasto, además del incremento de las exportaciones. Si a esto le sumamos la importantísima decisión del Gobierno de reconvertir radicalmente el sistema financiero español, que fue anunciada esta misma semana por la vicepresidenta económica, Elena Salgado, el panorama se presenta con menos nubarrones. Afianzar en estos momentos la banca española es fundamental, para llamar a la calma a los mercados internacionales, nerviosos por la inestabilidad de la banca periférica europea.