Emigrar a Reino Unido se ha convertido en los últimos años en una tendencia muy popular entre la población hispanohablante. El desempleo, el deseo de cambiar de aires, o la necesidad de mejorar el inglés son factores decisivos. Todos ellos hacen que muchos abandonen su tierra natal, y busquen futuro en ciudades prósperas como Londres. Sin embargo, este gran paso puede implicar problemas emocionales inesperados.
El inmigrante viene buscando una oportunidad de trabajo y estabilidad económica. Londres ofrece ambas posibilidades, además, de un enriquecimiento cultural que no se encuentra en otras ciudades. Sin embargo, la emigración es un paso muy grande que supone el abandono a largo plazo del entorno familiar y de la zona de comfort. Al emigrar muchos pasan por alto que lo que parece una solución al problema puede acarrear problemas emocionales. En muchas ocasiones, el que llega a la ciudad por primera vez viene con una idea preconcebida de su estancia. Y, a veces, las expectativas chocan con la realidad. En algunos casos, este choque puede ser muy dañino.
Recibir atención psicológica en la lengua materna es clave para afrontar los problemas emocionales más comunes de los inmigrantes. La depresión o la ansiedad son algunas de los situaciones más comunes al salir del país.
Se estima que sólo en Londres viven 90.000 españoles. Esta cifra casi se triplica si se tiene en cuenta la población latina hispanohablante. La ciudad de las mil oportunidades a veces puede convertirse en una jungla donde sólo auténticos supervivientes pueden disfrutar de ella. Son cada vez más los hispanohablantes que acaban recurriendo a ayuda psicológica para localizar y buscar solución a distintos problemas. Éstos derivan en depresión y ansiedad. La ayuda psicológica en la lengua materna es clave para solucionar estos problemas. En Londres existen varios gabinetes donde el paciente es atendido en su idioma, el español.
Problemas emocionales del inmigrante hispanohablante en Londres
A la hora de emigrar a Londres los inmigrantes hispanohablantes pasan por distintas fases. En primer lugar, el tener una idea preconcebida y altas expectativas. Después, el choque cultural puede producir una caída del estado de ánimo. Con el tiempo, y tras un periodo de adaptación, se puede producir una fase de aislamiento del individuo; o, por el contrario, la integración de éste. Existen distintos factores que alimentan la existencia de problemas emocionales del inmigrante.
El choque cultural que supone vivir en un otro país puede contribuir al sentimiento de aislamiento del individuo. No obstante, también puede suponer la integración del inmigrante en la cultura del país.
Climatología
El clima puede afectar tanto emocional como anímicamente. Una ciudad como Londres, que cuenta gran parte del año con poca luz y bastantes precipitaciones, puede afectar notablemente el entorno del inmigrante, especialmente si el individuo proviene de climas más cálidos.
El idioma y el trabajo
La lengua es otra de las grandes barreras para los inmigrantes. Un bajo nivel de inglés acarrea muchos problemas. Éstos pueden afectar emocionalmente. Uno de ellos es el puesto de trabajo: con un nivel bajo del idioma se aspira a empleos de escasa cualificación. No conseguir el trabajo soñado, o para el que el individuo se ha formado durante años, puede generar descontento y frustración.
Salario y calidad de vida
Si bien es cierto que en Londres hay más oferta de trabajo y mejor sueldo que en España, es un hecho que la capital británica es muy cara. El nivel de vida es muy alto, el precio de la vivienda es un claro ejemplo. No poder llegar a fin de mes después de tantas horas trabajadas puede causar ansiedad y estrés.
Ritmo de vida
El ritmo de vida en Londres puede ser frenético. Londres es una ciudad en continuo movimiento en la que es difícil encontrar momentos de relax. Las rutinas y los horarios dificultan enormemente esta tarea. Acostumbrarse a nuevos hábitos de trabajo y convertirlo en el eje del día a día genera desgaste emocional y físico.
Emigrar en pareja o con familia, los problemas emocionales se multiplican
La familia es una parte muy importante en la cultura hispanoamericana. Estar en pareja en un país extraño genera mucho estrés en la relación. La familia no está cerca para buscar el apoyo; uno se siente solo y desconectado de todo. Si el compañero o compañera tiene otra nacionalidad las complicaciones se multiplican. La familia que creamos pasa a ser algo muy diferente a lo ya conocido.
Realizar terapia en pareja es un paso esencial para fortalecer la relación y el cambio a otro país. Existen terapeutas especializados para solucionar las diferencias que genera trasladarse a Reino Unido en pareja o con familia
Se necesita un trabajo muy profundo en la comunicación y en el análisis individual para llevar adelante la pareja. Una terapia individual como de pareja ayuda a que estos conflictos se conviertan en la base de nuevos valores y generen un compromiso más profundo en la relación. Terapeutas como Bárbara Godoy, de Therapy Harley Street, ayudarán a solucionar estas dificultades. La crisis puede ser el camino a la renovación.
¿Cómo solucionar estos problemas psicológicos?
Preparar el terreno antes de emigrar es muy importante, como así lo aseguran varios profesionales. Una actitud positiva, y no tener altas expectativas ayudarán en la primera toma de contacto. Ajustar las expectativas y planear objetivos son puntos clave para llevar el cambio con naturalidad. También, buscar soluciones activas a los problemas y aceptar lo que no se va poder cambiar.
Saber adaptarse al nuevo ritmo de vida con una actitud abierta derivará en motivación y positivismo. La psicóloga María Isabel Madrigal, de Estudio Londres, nos recuerda la importancia de buscar ayuda para mantener la fuerza mental. Buscar apoyos sociales con gente de tu mismo país pero también con ingleses y personas de otras culturas para enriquecer tu estancia en Londres.
Una actitud positiva, abierta, realista y no tener altas expectativas ayudarán en la primera toma de contacto con el país. Tener objetivos es clave para afrontar el cambio de entorno con naturalidad.
El inmigrante en Londres experimentará un cambio drástico en su día a día. La clave será asumirlo como un proceso natural. Es decir, transformar un ambiente hostil en un hábitat natural. También hay que aprovechar y reconocer las oportunidades que ofrece Londres, que son muchas. Y eso es algo que no se encontrará tan fácilmente en el país de origen.
El psicólogo Cristian Peña, de Estudio Londres, aconseja de tener paciencia y aceptar que habrá días en los cuales la nostalgia estará presente y que, por tanto, serán difíciles. Es, en esos momentos cuando no hay que hundirse y ser consciente de que nuestro dolor pasará. Todo es efímero. María Isabel Madrigal aconseja saber poner mucho humor a esta experiencia ya que todas las vivencias nos ayudan a crecer.
Asumir el proceso de integración como algo natural y transformar lo hostil en nuestro hábitat natural son claves para emigrar de manera satisfactoria. Un toque de humor ayudará a que la experiencia sea más positiva