Abre el telón la innovadora versión de la comedia de Shakespeare recreada por la compañía teatral anglo-española
El jueves 1 de marzo tuvo lugar el estreno oficial de la adaptación de Swivel de Twelfth Night (Noche de Reyes), la conocida comedia del dramaturgo inglés. La obra se representará en el Cockpit Theatre, en Marylebone, hasta el día 18 de marzo.
Los nervios parecían templados entre los miembros del equipo de Swivel que recibían con una sonrisa a los asistentes junto a la puerta de acceso a la sala o se paseaban por la estancia ultimando preparativos. Habían colocado una mesita a la izquierda de la puerta sobre la cual colgaba en la pared un gran póster con los rostros y los nombres de los miembros del reparto, y donde se podía participar en el sorteo de dos vuelos a Buenos Aires con Air Europa, uno de los sponsors de la compañía, rellenando una cuartilla con los datos personales e introduciéndola en una cajita.
También había en la mesa CD´s de la banda marroquí Afrah Band, que pone la música a la obra con una serie de piezas originales compuestas expresamente, pues la adaptación está ambientada en Marruecos, así como unos cuantos ejemplares de El Ibérico Gratuito para repartir. En la taquilla de fuera es donde se recogen las entradas y donde venden el folleto promocional de Twelfth Night, que contiene el argumento de la obra e información sobre los actores, los miembros de la compañía, la banda de música y los sponsors.
Al fondo de la sala de recepción hay un pequeño bar con varias mesas que sirve pinchos españoles -entre ellos tortilla-, lo cual resulta muy acorde con el hecho de que parte del equipo de Swivel es español y muchos de los espectadores serán españoles. En este bar se hizo una pequeña celebración del estreno después de la actuación, además de la celebración de cumpleaños de Diyan Zora, la directora de Swivel, que justo ese mismo día cumplía años y recibió un par de ramos de flores de regalo.
La sala, la obra y el talento de los actores
Una vez dentro del teatro, los dos músicos de Afrah Band, ataviados con trajes marroquíes típicos, amenizaron con sus instrumentos a los asistentes hasta que empezó la actuación. El decorado estaba situado en uno de los lados de las gradas. El teatro está diseñado de tal manera que el escenario está en el centro, con los espectadores rodeándolo por los cuatro lados; pero en esta ocasión han transformado el espacio para añadir uno de los lados al escenario, cubriendo los niveles con alfombras, pañuelos y cojines para construir una estancia palaciega marroquí de 1920.
El texto de la obra está extraído íntegramente del original del siglo XVII, aunque se han eliminado pasajes para acomodarlo a la hora y media que dura. Los actores han recibido entrenamiento en dicción con un voice coach para articular y pronunciar correctamente y hacerse comprender por un público del siglo XXI. Cada personaje tiene su personalidad y un atuendo característico, acorde con la ambientación marroquí, y un rol determinado en la trama de equívocos tragicómicos que es Twelfth Night.
Un naufragio obliga a Viola, protagonista de esta obra coral, que es arrastrada por el mar a las costas de Tánger (ciudad en la que transcurre la acción en lugar de la Illiria del original), a hacerse pasar por hombre para sobrevivir en un lugar ajeno. Éste es el punto de partida de la historia shakesperiana que Swivel ha hecho ahora suya, y en la que tenemos nobles, sirvientes, un borrachín inglés, un explorador del National Geographic y un bufón, entre otros personajes, que atrapan al espectador gracias a las actuaciones de sus intérpretes.
El talento de los actores es destacable. Tienen presencia física y dosis de energía y magnetismo (a pesar de que algunos de ellos tienen poca experiencia profesional en las tablas), y su vis cómica es espléndida. Los personajes más divertidos de la trama, Malvolio, Feste, Andrew Aguecheek y Sir Toby Belch, que pululan por Tánger con sus extravagancias, arrancaron carcajadas al personal. Por su parte, los más dramáticos, Viola, Olivia y Orsino, cada uno con su tragedia personal a cuestas, también resultan muy divertidos.