El gigante de los supermercados Tesco ha publicado un informe en el que expone los alimentos que acaban en los contenedores sin ser consumidos durante todo el proceso que va desde la producción hasta la venta. Según sus datos, en los primeros 6 meses de 2013, el 40% de las manzanas y el 20% de las bananas no fueron consumidas.
Tesco ha publicado un estudio a partir de sus propios datos y teniendo en cuenta los de Waste and Resource Action Program (WRAP), en el que ha estimado la cantidad de comida que acaba en los contenedores al haber pasado la fecha de caducidad. Por un lado, Tesco indica la comida que se tira en los procesos de producción, elaboración y distribución y, por otro lado, la que el cliente desecha en casa una vez comprada en el supermercado.
Es el caso de las manzanas. Según estima Tesco, el 40% de las manzanas acaban en la basura, gran parte de ese gasto provocado por los propios clientes que las desechan sin consumirlas una vez compradas (27%). Otra fruta con alto porcentaje de caducidad sin ser consumida son las uvas y las bananas. Una de cada cinco bananas caducaron antes de ser utilizadas. Por otro lado, el 24% de las uvas no se acabaron consumiendo.
Alarmante es el caso de las ensaladas envasadas en bolsas. Según apunta Tesco, el 68% de la producción total nunca llegó a la mesa. Dado la corta vida útil alimentos como la lechuga o las espinacas, las bolsas de ensalada fueron caducando en la producción (17%), empaquetado (15%), tras ser expuexto en la tienda (1%) y, finalmente, por una vez vendido (35%).
No solo frutas y verduras, según en informe de Tesco el 47% del pan y bollería tampoco se acabaron consumiendo. En este caso, el 4% del total caducó en la tienda sin ser vendido por lo que Tesco lo acabó tirando a la basura. Cifra nada comparable al 25% desechado por los propios consumidores una vez el producto estuvo en casa.
En medio año, casi 30.000 toneladas de comida en la basura en la que Tesco ha tenido que ver pero las cifras son más duras si atendemos a datos generales e incluímos a otros grandes supermercados. Según Waste and Resource Action Program, cada año se tiran alrededor de 15 millones de toneladas solo en el Reino Unido. Esto supone un gasto medio de 700 libras al año por familia en unos alimentos que nunca se llegan a ingerir.
Para dar un paso más, Tesco ha anunciado que los datos obtenidos en su estudio deben servir para mejorar y aprovechar al máximo posible los alimentos disponibles. Al respecto, el director comercial de Tesco, Matt Simister, afirmó: “Las familias gastan una media de 700 libras y queremos que guarden ese dinero en sus bolsillos y no que lo tiren a la basura. Estamos haciendo cambios en los procesos y en las tiendas”.
Propuestas
En este sentido, entre los cambios previstos, Tesco ha anunciado que disminuirá la cantidad de bollería y pan expuestos en 600 de sus supermercados para que el contacto con el aire sea menor. También se reducirán las ofrertas de “compra uno y llévate otro gratis” para que los clientes compren solo la cantidad real que necesitan. Lo mismo con el tamaño y la cantidad de los envases los cuales se verán reducidos. Además, visto que la mayoría de alimentos se desechan una vez adquiridos,Tesco ofrecerá información detallada a los clientes sobre cómo conservar más y mejor los productos.
Max Lawson, jefe de políticas de Oxfam, se mostró contento ante la iniciativa de Tesco aunque la considera insuficiente: “Es fantástico que los grandes supermercados estén haciendo cambios pero tenemos que trabajar con los pequeños supermercados y tratar de arreglar el sistema, el cual requiere una mayor regulación y una acción gubernamental a nivel mundial”, afirmó. “Es un escándalo gastar esta cantidad de comida cuando un billón de personas se van a la cama cada noche con hambre y solo muestra que nuestro sistema de actual corporativo esta roto”, añadió Lawson.
En España se calcula que 7,7 toneladas de los alimentos nunca llega a la mesa. En el conjunto del planeta, las cifras son aún más preocupantes. Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el gasto de alimentos a nivel mundial asciende a 1.3 billones de toneladas al año.