Lleva a sus espaldas un intenso background como bailarín, coreógrafo, profesor y actor físico. Múltiples facetas tras la que se esconde Xavi Monreal, que llegó a la capital británica hace 10 años para reciclarse, dancísticamente hablando, y donde fijó su residencia. Este barcelonés de 45 años, dejó España para dedicarse de lleno al hip-hop y el funk style, consideradas como sus especialidades y con las que da sentido a su vida.
Él ha sido samurai, vampiro, pescador borracho o carpintero, y no en otra vida, sino en las seis óperas en las que participó como actor físico en la Royal Opera House, donde trabaja desde hace dos años como asistente de producciones como en la ópera Aída. Con ilusión habla de Troya, obra en la que trabaja y en la que, entre bromas dice «espero que me den el papel de Aquiles». Compagina este trabajo con sus clases en la escuela londinense Pineapple y que son «todo un logro», según dice orgulloso Monreal, al ser una de las escuelas más prestigiosas de Londres y Europa donde imparte clases de hip-hop y jazz.
El mundo del circo tampoco tiene secretos para el bailarín siendo Australia el país donde trabajó con la compañía El Circo del Sol, impartiendo clases a los integrantes de la misma. Funk Da Cirque es el nombre del proyecto en el que Xavi trabaja desde hace cuatro años y que verá la luz en el próximo Festival de Circo Internacional de Londres, en la sala de Artes Escénicas Roundhouse de Camden Town. Junto a un compañero especialista en circo aéreo y el director del proyecto, Xavi se encarga de las coreografías de la parte de baile.
Una de variedades
Desde que comenzara antes de los 13 años en la plaza de la Universidad de Barcelona a intercambiar con sus amigos los conocimientos del funk, Xavi no pierde oportunidad de aprender. Popping, locking, house, dance o hip-hop… el baile para él «es una cultura, un estilo de vida, más que un tipo de baile». La energía y decisión con las que conversa sobre la danza realzan el entusiasmo en su profesión: «Yo vivo en un sueño, la gente sueña pero yo no, es difícil y tiene inconvenientes como la poca vida social, pero la poca que tengo la paso con la gente que quiero». Y con una amplia sonrisa Xavi asegura que «soy feliz y no como aquellos que trabajan en una oficina durante ocho horas al día, que están todos jodidos de la cabeza», tras asegurar que «más de uno me pregunta que cuando voy a tener un trabajo normal, para mí lo normal es lo que hago y no trabajar en una oficina».
Sin tapujos y muy directo, la personalidad de Monreal cala de inmediato. Experimentado en este arte asegura que «con los años he descubierto que me encanta el escenario, lo único es que tienes que adaptarte a los años que uno tiene, no puedo hacer mortales o parkour, pero creo que puedo estar en el escenario siempre que luzca», dice Xavi que no encuentra palabras al recordar los aplausos ante un público de la talla del Royal Opera House. «Las sensaciones fuertes me gustan, aún así me encanta enseñar, algo que llevo haciendo 29 años y es muy gratificante», explica el bailarín.
Raíces
«No me molan los wanna be, pero estoy encantado de dar clase a los que realmente vienen a aprender, y eso se nota», dice Xavi quien saca a relucir «el daño que ha hecho al baile programas como Fama«. El catalán explica que hasta Pinapple vienen muchos españoles sobre todo en festivos nacionales con el objetivo de aprender comercial dance. Llegan a Londres con un concepto equivocado ya que «tocarse las tetas en el escenario no es funk, es porno», dice Monreal, que recalca no tener nada personal en contra de quienes trabajan en los programas de baile españoles, pero no le gusta la manera en que lo han hecho. «Yo me he puesto tacones en un escenario pero el funk es otra cosa, es un estilo de baile que nació en los años 60 con James Brown o en los 70 con Grandmaster Flash. Empezaron a surgir movimientos como el locking, en los 80 la música electrónica, vino el popping, el electro… El funk ha evolucionado, y ahora es diferente pero tiene la misma foundation». Unas raíces y conocimientos que Xavi tiene claros pero que «los niños que salen de estos programas no tienen ni idea de lo que están bailando, no saben decirte nombres de combinaciones de hip-hop, por ejemplo. El conocimiento que dan estos programas es básico, mínimo y nulo, entonces lo que no saben se lo inventan y por eso hacen daño».
Con una pizca de preocupación en su semblante y con dureza afirma que «los niñatos que salen de ahí piensan que al bailar con grandes artistas o en programas como estos, son grandes bailarines, profesores y coreógrafos y son cosas diferentes». Ante este tema Monreal asegura que «es importante saber bien lo que haces, tener un background en baile así como conocimiento de tu cuerpo, por eso estudié masaje deportivo, para tener de mi anatomía».
A pesar de sentir una gran nostalgia por España, a su familia y amigos, y la playa en la que se crió, parece no confiar en un regreso temprano a la península sobre todo porque «de dar seis clases a la semana allí tendría que dar 30», además de que no confía en encontrar trabajo. A la espera de poder rodearse de nuevo con los suyos, Xavi Monreal, seguirá encontrando en Londres el aprendizaje constante y el camino correcto para el crecimiento profesional y personal ya que como dice el bailarín lo importante tanto dentro como fuera del escenario «no es lo que haces si no como lo haces».