Escrutados 99 de los 181 municipios donde se celebraron los comicios de las elecciones municipales del Reino Unido, los laboristas brindan por la gran victoria conseguida. Los datos muestran un 39% de éxito para estos, un 31% para los conservadores y un 16% para los liberales.
Personificando estas cifras se puede decir que los laboristas han conseguido 470 concejales más situándose en 1.123 en total. Los tories han sufrido la caída de 279, teniendo la representación de 581 y los liberales se sitúan en 213.
Se trata de un castigo para el gobierno de Cameron, justo en mitad de su legislatura que, aunque es tradicional que siempre suceda, en este caso ha sido de grandes dimensiones, lo que puede representar una insatisfacción por parte de los británicos en relación a las políticas de ajuste que tanta controversia han levantado en el país.
Para los laboristas esto es una oportunidad de crecimiento. Municipios como Birmingham, Cardiff Southampton o Harlow, entre otros muchos, les han devuelto el poder, que ya se frotan las manos ante este reconfortante triunfo entre las clases medias del sudeste de Inglaterra.
Sin embargo, no sería prudente afirmar que estos triunfarán en las próximas elecciones de 2015. Además de que es normal que se produzca este castigo al Gobierno , la participación en los comicios ha sido especialmente baja (un poco más de un 30%).
Por su parte, los tories creen poder compensar este fracaso con el triunfo en las elecciones por la alcaldía de Londres. Por ahora, los sondeos dan como triunfador al conservador Boris Johnson.