Probablemente Londres sea una de esas ciudades que, o la amas, o la odias. Hay a quién le gusta el ruido y las grandes aglomeraciones de la ciudad mientras que otros aprovechan cualquier momento para huir de la multitud y relajarse lejos de la capital de Inglaterra.
Un estudio realizado por Strutt & Parker y publicado en el London Evening Standard nos habla de que dos tercios (más de un 60%) de los londinenses cambiarían su lugar de residencia en busca de mejor calidad de vida. Sólo en el último año, un total de 66.000 hogares han quedado vacíos después de que sus inquilinos haya decidido marcharse de Londres y asentarse en otros lugares más tranquilos. Se trata de la cifra más alta desde el año 2007.
Alrededor de un tercio de los ciudadanos que planean marcharse de Londres en los próximos cinco años aseguran que su idea es seguir asentados en el sudeste del país mientras que uno de cada diez se mudaría a East Anglia. Sólo uno de cada doce encuestados se marcharían al oeste de Inglaterra. Este estudio nos desvela que, a pesar de que buena parte de los londinenses se marcharían del núcleo urbano, no lo harían muy lejos de la que ha sido su casa.
66.000 hogares han quedado vacíos en Londres en el último año
Además, dos terceras partes de esta gente que se iría de Londres le gustaría vivir cerca de tiendas y transporte público. Seis de cada diez no se moverían lejos de su familia y de sus amigos mientras que la mitad de ellos consideran determinante en su decisión de cambiar de hogar que existiese Internet de alta velocidad.
Stephanie McMahon, responsable de esta investigación, habla de que los londinenses buscan principalmente huir de la delincuencia, de la contaminación y de la expansión urbana. Además, más de la mitad de los encuestados venderían su casa en Londres para obtener un respiro económico y para ayudar a sus hijos a buscar su propio hogar.
McMahon desvela que los londinenses, acostumbrados a las facilidades que ofrece la capital inglesa, sólo se marcharían a lugares rurales que tuviesen buenas instalaciones y servicios. El estudio habla además de que los ciudadanos no cambiarían de residencia movidos por la posibilidad de vivir en una casa más grande, sino por mejorar su calidad de vida y ahorrar dinero.