Este sistema es capaz de adivinar si el interlocutor está enfadado, aburrido o dudoso.
Se ha descubierto una máquina capaz de detectar el estado de ánimo de la persona con la cual está interactuando mediante 60 parámetros establecidos de antemano por los investigadores. Estos, se han basado en la intención de los interlocutores y las emociones de los mismos, para desarrollar el experimento. Cuando el aparato detecta la intención y la emoción, puede adaptar las respuestas automáticamente.
Por otra parte, se utiliza un sistema estadístico mediante el cual la máquina podrá prever la reacción del usuario. Es decir, el individuo podría sentirse aburrido o enfadado si el sistema no ha comprendido lo que se quería decir.
La investigación, publicada en el Journal on Advances in Signal Procession, es un avance en el campo de los contestadores automáticos. Gracias a ella, los operadores automáticos se parecerán cada vez más, a los de carne y hueso.