Se trata de una serie de videojuegos controlados por la orina.
El sistema lleva una pantalla incorporada en la taza del urinario, en la cual se puede poner publicidad o insertar el juego. Con unos rayos infrarrojos, se detecta la trayectoria de la orina y los jugadores pueden incluso hasta acumular puntos para luego exponerlos en las redes sociales.
Según informa un vídeo de BBC Mundo, la idea no sólo sirve para hacer más amena la visita al baño, sino también para captar nuevos clientes. Así lo afirma Gordon Macsween, de Captive Media, empresa precursora de la idea: «La última vez, 1 de cada 4 personas afirmaron estar aquí por el videojuego». Además, añade que también es buena idea para la inserción de la publicidad. De esta manera, en la pantalla podrán aparecer las marcas de bebida que se ofertan en el bar y así, aumentar las ventas.
Por ahora sólo se dispone de tres juegos diferentes pero se espera en un futuro acoplar más, incluso, en tres dimensiones.