El Instituto Cervantes de Londres organiza una fiesta para rendir homenaje a la lengua que hablan cerca de 500 millones de personas en todo el mundo
El día elegido para la celebración fue el pasado 23 de junio, que ya se ha acuñado como el Día E en clara referencia a la lengua. No es la primera vez que se lleva a cabo esta fiesta de todos los que hablamos español, ya que éste es el cuarto año en el que un total de setenta centros de la red del Cervantes organizan una jornada de puertas abiertas con un amplio programa de actividades culturales, educativas, lúdicas y gastronómicas.
En Londres, el Día E se conmemoró con diferentes actos en los que todo el mundo interesado en el español podía participar. Dentro de todo el paraguas de eventos, el principal fue la exposición fotográfica de Daniel Mordzinski, titulada De tinta y luz. Una mirada al alma de las letras hispanoamericanas. El título es sólo un avance de la apabullante exhibición de retratos de los escritores en español más importantes del mundo. La figura en blanco y negro de Jorge Luis Borges abre esta muestra de cincuenta instantáneas, conseguidas de manera totalmente natural por parte del reportero. Sólo así puede explicarse que alguien haya conseguido fotografiar a figuras como el premio Nobel Mario Vargas Llosa, en una actitud tan sumamente íntima como es la de estar prácticamente tumbado en la cama plasmando en negro sobre blanco su inspiración.
El jefe de actividades culturales del Instituto Cervantes de Londres, Juan Blas Delgado, fue el encargado de realizar una de las visitas guiadas por la exposición. «Uno de los objetivos era mostrar la riqueza de las nacionalidades cuyo idioma es el español», manifestó, al tiempo que remarcó la idea de que «ninguna de las fotografías han sido fruto del posado, sino de la naturalidad y espontaneidad». Angela Dunne, una irlandesa que vive en Londres, admiraba las fotografías de la exposición, cuando explicó en español –con acento inglés, eso sí- que no sólo siente aprecio hacia el idioma, también «hacia la cultura, el flamenco y sus ciudades».
Para captar la buena pronunciación, nada mejor que participar en los tándem de conversación con nativos, que el Instituto Cervantes de Londres organizó para la ocasión. En uno de esos intercambios estaba Macarena Segura. «La gente que quiere aprender español es muy entusiasta y muestra su interés también en nuestra cultura. Eso, como profesora, se agradece mucho», señaló. A su lado estaba Emma Prieto, que reforzó la misma idea: «No aprenden únicamente por la necesidad laboral de conocer el español. Es genial». Nicta, iraní, practicaba la lengua charlando con estas dos asistentes de conversación. «Admiro todo lo que tiene que ver con el español», indicó con una espléndida sonrisa.
Unión de culturas
La jornada de puertas abiertas resultó muy interesante como punto de encuentro de diversas nacionalidades. La directora del Instituto Cervantes de Londres, Isabel Lorda, resumió así es espíritu de este idioma: «la fuerza del español reside en que une diferentes culturas». De hecho, dado que Londres es una ciudad multicultural, «en el centro recibimos solicitudes de muchos ingleses, pero también de personas que vienen de otros países del mundo. Todos ellos, interesados en aprender español», manifestó Lorda.
Y si hay una obra escrita en español que se conoce en cualquier rincón es el Quijote. Anton Coimbra, Keir Cooper y Tom Frankland presentaron un espectáculo multidisciplinar inspirado en el libro más conocido de Miguel de Cervantes. A través de luces y sombras, proyecciones y entrevistas, aportaron un «proyecto escénico y adaptado del clásico», explicó Coimbra, uno de los codirectores.
Tampoco faltaron conferencias, como la que ofrecieron Lanzada Calatayud y José Miguel Andrade, ambos de la Universidad de Santiago de Compostela, titulada Santiago y el mar. Camino de Santiago. Dentro de este marco de conferencias, se proyectó el trabajo de la pintora Eva Bosch bajo el nombre Una obra maestra española revisitada después de 301 años.
Cuadro flamenco
Las actividades no sólo se llevaron a cabo en el interior del edificio, el tiempo de Londres dio una tregua para que un dueto de cuerda tocara en los jardines de Eaton, donde se degustó el jamón, el queso y el buen vino español. La música volvió a sonar en el auditorio del centro, esta vez de la mano de un cuarteto, también de cuerda. Los temas que interpretaron, como La Aragonesa de Carmen o la Oración del Torero, pusieron el toque español, junto con los cuadros de flamenco. Los asistentes regalaron sonoros aplausos a los bailaores y bailaoras que actuaron para la ocasión sobre el tablao.
La risa y el buen humor, también muy español, pusieron el broche final a estas jornadas de puertas abiertas. Toni Cano, humorista barcelonés de El Carnaval de la Comedia, arrancó carcajadas a un público diverso que se acercó hasta el Instituto Cervantes de Londres para disfrutar de un día E. «No podemos nunca dejar de reír, porque esa cualidad está en el ADN español», comentó Toni Cano. Muy probablemente, no le falta razón.