Un ensayo dirigido por la Universidad inglesa de Exeter demuestra que el uso de ketamina combinada con terapia es capaz de ayudar a personas alcohólicas a mantenerse sobrias durante más tiempo.
El alcoholismo es una enfermedad que afecta a un gran número personas en todo el mundo. Más de dos millones de adultos en Gran Bretaña tiene graves problemas con el alcohol y solo uno de cada cinco recibe tratamiento. Además, tres de cada cuatro personas que dejan el alcohol vuelven a caer al cabo de un año. Esta enfermedad, no solo afecta al individuo si no que a todo su alrededor y genera costes de millones de libras anuales a la sociedad británica. Por todo esto, es necesario descubrir un método efectivo que ayude a reducir este inquietante número.
La ketamina, de droga dura a «neutralizador» del alcohol
La ketamina ha aparecido como una posibilidad real de erradicar el alcoholismo. A pesar de que lleva décadas utilizándose como droga recreativa, en los últimos años ha cobrado impulso el estudio de la ketamina como tratamiento para la depresión. Y hoy en día está autorizada para uso médico, utilizándose como alivio del dolor.
Los resultados del primer ensayo fueron favorables. Un 86% de los pacientes que se trataron se mantuvieron en abstinencia durante los seis meses que duró el seguimiento. Ese porcentaje es significativamente superior al de cualquiera de los otros grupos, según señalaron los investigadores.
Ahora, para la nueva fase del ensayo, se reclutará a 280 personas con problemas de alcoholismo que se dividirán aleatoriamente en dos grupos. A uno de los grupos se les administrará ketamina junto a terapia psicológica. La otra mitad recibirá una dosis muy baja de ketamina y un paquete educativo de siete sesiones que versará sobre los efectos nocivos del alcohol.
Con los datos, los investigadores podrán concluir si la ketamina y la terapia reducen el consumo nocivo del alcohol. Si es así, podría empezar a ponerse en marcha en los centros del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés).