El aeropuerto de Zaventem en Bruselas, se convirtió en la noche del lunes en el escenario de lo que podría haber sido la próxima película de 007.
Un total de 8 atracadores robaron un cargamento de diamantes y algo de oro haciéndose con un botín valorado en unos 50 millones de dólares, 37,4 millones de euros. Los 10 kilos de diamantes que sustrajeron estaban siendo trasladados desde el aeropuerto internacional de Bruselas hasta Zúrich, Suiza. Las piedras preciosas procedían de la ciudad de Amberes, al norte de Bélgica.
El aeropuerto ha hecho público un comunicado donde explica que los asaltantes ejecutaron el robo repartidos en dos coches. Irrumpieron en la pista donde se estaba realizando la carga de los diamantes en los aviones de la compañía Swiss. Afortunadamente «no hubo disparos y nadie resultó herido».
Los ladrones efectuaron el robo haciéndose pasar por policías. Llegaron al aeropuerto en dos limusinas negras, iban enmascarados y llevaban armas automáticas. Fue un robo muy bien ejecutado y que sólo duró unos minutos por lo que la policía sospecha que se tratase de un grupo de profesionales.
Horas más tarde un vehículo fue encontrado a las afueras de la ciudad totalmente calcinado. La policía está investigando si es una de las limusinas utilizadas en el robo.
