Un hombre encuentra la perla más grande del mundo, 5 veces mayor que el récord anterior, en la costa de la isla de Palawan, Filipinas. El pescador, quien todavía no ha sido identificado, guardaba el tesoro debajo de su cama como símbolo de buena suerte desde hace 10 años. Un incendio en la propiedad a principios de este año obligó al hombre a entregar la perla a las autoridades de turismo locales que le advirtieron que había encontrado una almeja gigante. La perla en cuestión pesa 77 lbs (34 kg) y tiene unas medidas de 1 pie de ancho (30 cm) por 2,2 pies de largo (70 cm), 5 veces mayor que la perla más grande encontrada hasta el momento, que pesaba 6 kg.
El hombre tiró el ancla al mar y se quedó enganchada en una roca durante una tormenta. Fue en ese momento cuando el pescador decidió sumergirse para levantar el ancla y cogió ‘la roca’, cuenta la oficial de turismo Aileen Cynthia Amurao. Debido a las dudas sobre su valor, el hombre guardó la perla en su casa como un simple amuleto de buena suerte durante 10 años.
Las autoridades están a la espera de que el Instituto Gemológico certifique la autenticidad plena de la perla. Se espera que Puerto Princesca gane prestigio y turismo al tener el mayor perla natural del mundo a partir de una almeja gigante.
¿Cómo se crean las perlas?
Las perlas son esferas de nácar producidas dentro del cuerpo blando de moluscos bivalvos (dos valvas o conchas) alrededor de cuerpos extraños que invaden al animal. Cuando el molusco es invadido por un parásito o una partícula que no es capaz de expulsar, entra en acción un proceso llamado enquistación durante el cual la partícula ofensiva queda envuelta progresivamente por capas de nácar. El nácar se segrega por unas células ectodérmicas del manto del molusco. La sangre del animal es una forma líquida de calcio que se concentra fuera del flujo snguíneo y se cristaliza como carbonato de calcio. Ese elemento junto con una proteína llamada conquiolina forman la sustancia conocida como nácar, que también recubre el interior de las valvas.