Un adolescente británico de 18 años fue detenido el domingo como sospechoso de una falsa amenaza de bomba en un avión de easyJet que viajaba de Londres a Menorca. Al aterrizar, fue llevado a comisaría y el martes compareció por primera vez ante el tribunal. El juez le ha quitado el pasaporte y le ha prohibido salir de España.
Un diario local de Menorca informa que fueron Scotland Yard y la policía francesa los que detectaron en una red social no identificada la amenaza de bomba en un vuelo con destino a las islas y alertaron a la policía española. La alarma sonó cuando el avión estaba a punto de aterrizar poco antes de las 17:00.
Pasó entonces a ser escoltado por un avión de combate español hasta llegar al destino. Se tomaron las precauciones de conducirlo hasta una zona alejada de la terminal principal. Se desembarcó a los pasajeros y se movilizó a un equipo de expertos para la desactivación de bombas, perros rastreadores y agentes de seguridad.
Falsas amenazas de bombas en redes sociales
Un portavoz de la Guardia Civil confirmó el lunes la detención del joven. “Se siguió el protocolo establecido hasta que la policía pudo confirmar que se trataba de una falsa amenaza de bomba y se identificó al responsable en las redes sociales junto a otros cinco compañeros como testigos”, explicó el vocero de la Guardia Civil.
Los jóvenes, quienes viajaban a Mahón de vacaciones para una celebración, fueron trasladados a comisaría para aclarar la situación. Informes posteriores a su detención señalaban que, de ser condenado el responsable por algún delito, era probable que tuviese que pagar un coste de miles de euros por el operativo militar.
El adolescente fue escoltado por dos agentes de policía el martes por la mañana para su primer juicio. Se cree que vestía los mismos pantalones azules y camiseta verde a que en su detención como presunto autor de un delito de orden público. Una mujer identificada como su madre la esperaba en la entrada para recibirlo después de volar al enterarse de su detención.
Belén Velázquez, la jueza, le ha puesto en libertad bajo una fianza de 10.000€ (8.600£), pero le ha ordenado permanecer en España y presentarse ante el tribunal cada quince días. Al adolescente se le ha dado cinco días para encontrar el dinero que necesita depositar en el juzgado. Un informe local no confirmado dice que la jueza de la isla ha pasado el caso a la Audiencia Nacional de Madrid dado que gira en torno a una cuestión de seguridad nacional.