Un nuevo estudio realizado por el Imperial College of London asegura que comer diez porciones al día de frutas y verduras puede darnos una vida más larga, según los investigadores del estudio.
Esta investigación se ha basado en 95 informes que ya estaban publicados. Los investigadores han extraído las conclusiones de todos y las han puesto en común.
Los hábitos alimenticios pueden evitar hasta 7.8 millones de muertes prematuras al año
Entre las conclusiones más interesantes de la publicación destacamos que se ha calculado que los hábitos alimenticios podrían prevenir alrededor de 7,8 millones de muertes prematuras cada año. El equipo también identificó frutas y verduras específicas que reducen el riesgo de cáncer y enfermedades cardíacas.
El análisis mostró que tomando pequeñas cantidades también se producían beneficios para la salud, pero que si se comen diez porciones al día, nuestro cuerpo va a estar mucho más sano.
Para prever riesgos de cáncer debemos comer los siguientes alimentos: verduras verdes (por ejemplo, espinacas), verduras amarillas (por ejemplo, pimientos), verduras crucíferas (por ejemplo, la coliflor).
Si lo que te preocupa son las enfermedades del corazón y los derrames cerebrales, se aconseja comer manzanas, peras, frutas cítricas, ensaladas, verduras de hoja verde (por ejemplo, la lechuga) y las verduras crucíferas.
Los resultados, publicados en el International Journal of Epidemiology, también compararon las posibilidades de morir comiendo estos alimentos y sin comerlos a diario. Las conclusiones son significativas:
- 200g reducen el riesgo de enfermedad cardiovascular en un 13%, mientras que 800g lo reduce en un 28%.
- 200g reducen el riesgo de cáncer en un 4%, mientras que 800g lo reduce en un 13%.
- 200g reduce el riesgo de muerte prematura en un 15%, mientras que 800g lo reduce en un 31%.
El Doctor Dagfinn Aune, uno de los investigadores, aseguró: «Frutas y verduras reducen los niveles de colesterol, la presión arterial, y aumenta la salud de nuestros vasos sanguíneos y el sistema inmunológico. Esto puede deberse a la compleja red de nutrientes que poseen. Por ejemplo, contienen muchos antioxidantes, que pueden reducir el daño del ADN y llevar a una reducción en el riesgo de cáncer«.
