Increíble pero cierto. En Londres, la capital del sexto país más rico del mundo, hay casi un cuarto de millón de niños que pasa hambre. Además, los barrios de Londres son considerados ahora como cinco de las diez zonas del Reino Unido con mayores niveles de pobreza infantil. Naciones Unidas catalogan dicha “inseguridad alimentaria” como la escasez de acceso regular y constante a suficientes alimentos para tener un crecimiento y desarrollo normales. Estos son los terribles datos que se extraen de un informe publicado esta semana por la organización sin ánimo de lucro The Childhood Trust.
Los resultados se basan en una encuesta llevada a cabo a 280 niños de edades comprendidas entre los 7 y lo 16 años. Si se extrapolan los datos a la población total de niños londinenses, hay en la capital británica alrededor de 426.500 niños que carecen de suficientes alimentos. Laurence Guinness, director de The Childhood Trust, calificó el problema de «escandaloso» y dijo que el Gobierno británico debería iniciar «una rápida revisión de la escala y la gravedad de la pobreza alimentaria infantil».
La inflación es el grave problema al que se enfrentan las familias británicas
La inflación en la economía del Reino Unido (la sexta más grande del mundo) está actualmente por encima del 10%. Si hablamos del precio de los alimentos, la inflación se sitúa por encima del 14%. Una situación alarmante que exige medidas inmediatas. Como por ejemplo que las comidas escolares fueran gratuitas para todos los niños de primaria y secundaria durante el curso y las vacaciones.
La canciller laborista, Rachel Reeves, declaró ayer: “Para algunas familias, se trata de elegir entre poner comida en la mesa o mantener el hogar caliente». Algo que podría evitarse si el Gobierno hubiese introducido un impuesto sobre las empresas energéticas. Recaudando, «decenas de miles de millones» de libras que se destinarían a las facturas de los hogares.