Tres áreas de la costa de Inglaterra van a recibir las protecciones medioambientales más estrictas posibles, en el marco de nuevas medidas para recuperar la salud de las aguas marinas. Se prohibirá la pesca y todas las actividades que dañen el lecho marino, como la minería o el tendido de cables.
El nuevo plan ofrece a estas tres zonas de Inglaterra protección total como parte del objetivo de proteger el 30% de las aguas marinas para 2030.
En palabras de un portavoz de Defra (Department for Environment, Food & Rural Affairs, por sus siglas en inglés): «Las zonas marinas altamente protegidas ofrecerán los mayores niveles de protección en nuestros mares. Y ayudará a una amplia gama de hábitats y especies marinas a recuperarse plenamente».
Las aguas inglesas han sufrido la presión de décadas de sobreexplotación, contaminación y cambio climático. Aunque el 38% de las aguas de las Islas Británicas han sido declaradas como reservas marinas, muchas siguen siendo objeto de prácticas pesqueras perjudiciales. Un ejemplo claro son las técnicas de pesca de arrastre de fondo.
En el lado crítico, varios han sido los detractores de unos los planes que carecen de ambición y avanzan con demasiada lentitud. Es el caso del profesor Callum Roberts, de la Universidad de Exeter, quien ha afirmado que estas zonas supondrán una gran diferencia para la vida marina. Pero que desafortunadamente sólo cubren el 0,5% de los mares ingleses. «A este ritmo, tardaremos 260 años en alcanzar el nivel de protección que la ciencia considera necesario, es decir, el 30% de los mares altamente protegidos, ha explicado Roberts.
El Gobierno británico tiene que hacer mucho más para proteger las aguas de la costa de Inglaterra
Wildlife Trusts declaró que pediría al Gobierno británico que designara cuanto antes más zonas marinas totalmente protegidas. «Estoy totalmente consternada por el hecho de que el Gobierno sólo haya decidido designar tres de las cinco áreas protegidas propuestas», declaró la doctora Lissa Batey, responsable de conservación marina,
«Son un buen primer paso, pero realmente necesitamos hacer más si queremos cambiar el rumbo de la recuperación de la naturaleza y recuperar la vida salvaje».
Richard Hill, de la Marine Conservation Society, se hizo eco de sus palabras. «Es un paso adelante, pero un paso muy pequeño», dijo. «Es una pena que el Gobierno no sea un poco más ambicioso a la hora de proteger nuestros mares».
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