El estudio británico Rogers Stirk Harbour + Partners junto con la Asociación Cristiana de Jóvenes en el Reino Unido (YMCA, en inglés), llevan a Londres casas prefabricadas de apenas 26 metros cuadrados a precios asequibles como alternativa a los alquileres prohibitivos que ofrece la capital británica.
El proyecto empezarán a funcionar en Merton, un barrio al sur de Londres, a finales de 2014, tendrá un coste total de 1,6 millones de libras (1,9 millones de euros) y las casas se distribuirán alrededor de un jardín comunitario en la que los vecinos podrán plantar sus hortalizas.
La iniciativa, destinada sobretodo a jóvenes sin recursos que necesitan a organizaciones benéficas para vivir, tiene un coste de construcción y equipamiento de 36.000 euros y se arrendarán por 140 libras (170 euros) a la semana, un 65 % menos que el precio medio del alquiler en el Reino Unido. Estos mini apartamentos cuentan con salón-cocina, un dormitorio con cama de matrimonio y un cuarto de baño integrado.
Una fábrica de Derbyshire, en el centro de Inglaterra, es la encargada de producir estas viviendas en una sola pieza, caracterizas por su planta rectangular y por las láminas de madera ensambladas a mano que las recubren. Desde la fábrica son transportadas en avión hasta su nueva ubicación, se instalan en veinte minutos y, una vez conectadas al suministro local de agua, gas y electricidad, pueden mantener una temperatura estable de 20 grados durante día y noche por un coste de siete libras (8,5 euros) a la semana.
El estudio arquitectónico RSH+Partners y la asociación YMCA estiman que estas casas tienen una esperanza de vida de 60 años, si bien se espera que los inquilinos no estén más de entre tres y cinco años en ellas.