Un hecho indudable es que el precio de la vivienda en la capital de Reino Unido está desorbitado, probablemente sea una de las ciudades con el metro cuadrado más caro del mundo. No importa el barrio, prácticamente en todo lo que es el centro es imposible encontrar algo barato. Por esa razón muchas personas que quieren adquirir una casa en propiedad de forma más económica están dispuestas a pasarse la vida viajando. Y es que en la zona metropólitana aún hay pueblos y ciudades donde ese objetivo se puede lograr con un desembolso más asequible.
La diferencia que hay entre el precio de las viviendas en el centro de Londres y lugares que están a una hora de transporte es de hasta un 60%. Mientras que el promedio en las zonas uno y dos de la capital ha alcanzado los 800.000£, en otras ciudades de las afueras como Crawley, Windsor, Rochester, Peterborough u Oxford, la media se sitúa en 316.000£. Estos datos los revela la entidad financiera Lloyds. En un estudio que ha llevado a cabo se revela el listado con los alrededores de la capital británica que tienen más barato el precio de la vivienda. Como la menos costosa emerge la ciudad de Wellingborough en el condado de Northamptonshire, con 197.000£. Le siguen Kettering, en el mismo condado, y Peterborough en Cambridgeshire.
Los precios de la vivienda no son la única valoración a la hora de mudarse de Londres
Para el que trabaja en el centro de la capital británica los precios de la vivienda no tienen por qué ser la única valoración a la hora de plantear una mudanza a otra ciudad. Un factor a considerar es el transporte, nada económico tampoco. El pase de tren anual para viajeros que se trasladan desde puntos que están a 60 minutos suele ser de unos 5.169£.
Por ello, si una hora es demasiado en tiempo y dinero, también hay ofertas que están a 40 y 20 minutos de Londres, como las ciudades de Hatfield, Billericay, Orpington o Reading, que cuestan un poco menos de 425,000£ en promedio. Incluso con sólo 20 minutos se pueden ahorrar casi 300.000£ en puntos como Ilford o Elstree.
La distancia entre un posible nuevo hogar y la oficina es un elemento clave para muchas inmobiliarias, pero también para Andrew Mason, director de productos hipotecarios de Lloyds. Según él «los desplazamientos son una opción digna de consideración seria». Además, los beneficios de vivir en las afueras no son sólo económicos: «Generalmente las casas son también más grandes». Por ello, es muy usual que la mayoría de los británicos decidan sacrificar parte de su tiempo con tal de vivir en una propiedad más económica, grande y alejada del mundanal ruido.
