Como el mismísimo turrón, el actor británico Clive Arrindell, vuelve a la pequeña pantalla, aunque esta vez, y para disgusto de muchos, no para el anuncio de El Gordo de Navidad. ‘El calvo’, ya mítico y conocido por los españoles porque cada Navidad, desde 1998 hasta 2005, llenaba las casas de ilusión con su spot televisivo, entrará próximamente en nuestros hogares para ponerle cara a una campaña de la ONG internacional Acción contra el Hambre.
Si bien, pocos sabemos que Arrindell no sólo es un actor publicitario, sino que es un intérprete con experiencia en teatro que ha representado piezas dramáticas de Shakespeare. Tanto es así, que ha participado en 23 de 38 piezas dramáticas del escritor británico.
El emblemático personaje, que prefiere hacer oídos sordos frente a la multitud de críticas y parodias realizadas sobre el nuevo anuncio dirigido por Pablo Berger y protagonizado por Montserrat Caballé, Raphael, Bustamente, Marta Sánchez y Niña Pastori, se encuentra inmerso en plena campaña navideña, en colaboración con Acción contra el Hambre, pero además ha rodado recientemente un cortometraje de Bernabé Rico en Sevilla junto a María Adánez, otro estereotipo creado en televisión por el que se la conoce popularmente como ‘la pija’, de Aquí no hay quién viva’. En esta cinta, el personaje sin pelo vuelve a traer la suerte, en este caso a un niño. Evidentemente no hay boletos de lotería por medio.
Si bien, el afamado ‘calvo de la lotería’, por si no lo sabíamos, ha trabajado en varias ocasiones en nuestro país, ya que fue actor de reparto en la película ‘Christopher Columbus: The Discovery’, dirigida por John Glen en 1992. Varios años después, y ya conocido por sus spots navideños como ‘el hombre de la suerte’, Arrindell rodó un largometraje en Galicia en el 2001, titulado ‘Bellas Durmientes’ de Eloy Lozano, una película basada en un cuento del japonés Yasunari Kawabata.
‘El calvo’ ha dejado huérfana a la lotería de la navidad… y es que sin él la fortuna parece haberse ido del país… pero no hay que perder la esperanza y como él decía al final de sus anuncios: (soplido) ‘¡Que la suerte te acompañe!’.