El museo de Victoria & Albert de Londres celebró el fin de semana del 23 y 24 de febrero las jornadas de Fashion & cinema dedicadas al diseñador Yves Saint Laurent y a la actriz Catherine Deneuve
Las grandes estancias que conforman este museo se impregnaron durante unos días de la refinada y exquisita elegancia de un diseñador de cine y de una actriz de pasarela. Este juego de palabras no es una casualidad, ya que el diseñador argelino vistió a Deneuve para muchas de sus películas, dotando a la gran pantalla del atractivo de las marcas de lujo. Así como Catherine se convirtió en la musa e inspiración de Saint Laurent, llegando a ser su modelo particular y traspasando las reglas del tiempo.
El evento contó con tres ponencias de lujo a la altura de la ocasión. María Luisa Funes, directora de Espléndido (suplemento de moda trimestral del periódico La Gaceta) que habló del diseñador, Sue Harris, especialista en cine francés y en concreto de Catherine Deneuve, y por último, Stella Bruzzi y Pamela Church-Gibson que se encargaron de analizar los rasgos que evidenciaban tanto en el cine como en los diseños la relación entre el diseñador y la actriz francesa.
La relación entre Catherine e Yves comenzó desde que el diseñador se encargó del vestuario de la película Belle de Jour, de Luis Buñuel. A partir de ahí y durante toda la década de los 60, la actriz se convirtió en la pareja oficial de Saint Laurent en todas las fiestas y eventos cool a los que asistió. La actriz se dejaba ver con cualquier diseño de Yves, subiendo y subiendo cada día un escalón más en el ranking de la elegancia.
«El cine y la moda siempre han ido de la mano pero en el caso de Yves Saint Laurent es de una manera más evidente, más profunda y también más marcada por el caso de su influencia en Catherine», explicaba Funes. «Hay un montón de marcas que retoman colecciones enteras que tienen inspiración en una película de hace 40 o 50 años». Saint Laurent diseñó los decorados y los vestuarios de películas y obras teatrales como Cyrano de Bergerac o La pantera rosa.
Hasta la muerte del diseñador en 2008, y tras una larga enfermedad cerebral, Catherine le acompañó en su travesía por el mundo de elegancia, telas y pasarelas que él propio creó, revolucionó y en el que ha dejado una marcada huella sobre la pasarela internacional.
“Cómodo, elegante y normalmente sobrio”. Así es como define María Luisa Funes a Yves Saint Laurent.María Luisa Funes e Yves Saint Laurent
Acoso escolar, humillaciones en el servicio militar, temporadas en psiquiátricos, desacuerdos con los jefes, coqueteos con las drogas…Yves Saint Laurent.
Detrás de una personalidad atormentada nació una de las marcas más influyentes de la moda. Todo empezó en una familia bien posicionada donde un niño se entretenía leyendo Vogue y haciendo bocetos. Su gran oportunidad surgió cuando ganó el concurso del Secretariado Internacional, derrotando a Karl Lagerfeld y sumándose al equipo de Dior.
Después de una etapa tempestiva por estrés, en la que después de salir del psiquiátrico la firma Dior le había encontrado sustituto, nació la firma YSL. Rompió todos los moldes marcados como imprescindibles para la mujer e introdujo grandes cambios, «Él no era nada monotemático, tocaba todos los palos. Lo que nos ha aportado más a las mujeres es en oficializar el pantalón como una prenda absolutamente aceptable y elegantísima» explicaba María Luisa. Y es que Yves introdujo el esmoquin en el armario de la mujer, «Respondió a una necesidad que ya existía pero también nos permitió modernizarnos».
«Cómodo, elegante y normalmente sobrio». Estas son las características con las que Funes describe el estilo del argelino. Sumado a su rotundo éxito como diseñador, existen hazañas remarcables como ser el pionero en contratar modelos negras para sus desfiles, crear su propia línea de cosméticos o tener bajo su nombre el perfume más vendido de la historia, Opium.
Saint Lauren se retiró en 2002 creyendo que su interpretación de la moda no encajaba con el momento que se estaba viviendo. Creía que los diseñadores perseguían un «boom mediático» que no se correspondía con la esencia creativa que según él, debían de tener los diseñadores.
Y así, los diseños de Yves Saint Laurent, han dotado de una elegancia inmortal al mundo de la moda y han dejado una huella imborrable en las pasarelas internacionales a pesar de la etiqueta con la que el definía su estilo. «La elegancia es no recordar cómo alguien iba vestido».